Por su configuración territorial, Madrid no tiene establecido un punto geográfico donde pueda ubicarse el centro innovador de la Comunidad, a diferencia de lo que sucede en Londres o algunas de las otras capitales de referencia. El ecosistema innovador madrileño se reparte en cinco grandes áreas, la primera de las cuales es la que podemos denominar 'almendra central', entendiendo por ésta el municipio de Madrid, donde se concentran, además de relevantes empresas y sus centros de I+D+i, una destacada nómina de hubs.
Esta configuración es el resultado de diferentes factores, entre ellos la confluencia de las tres administraciones; la presencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, con su medio centenar de Institutos que constituyen, sin duda, la columna vertebral de la investigación científica española en todas sus ramas; la presencia de fundaciones multisectoriales dedicadas a la investigación, entre ellas las de las grandes empresas, muchas de las cuales tienen sus departamentos de I+D+i en un perímetro que coincide con el área municipal de la capital; y la presencia de dos referencias como IFEMA y La Nave, punto de encuentro de muestras relacionadas con la innovación, como South Summit, una cita internacional de primer orden.
Las otras grandes áreas están en torno a las diferentes carreteras radiales y sus conexiones con los anillos de circunvalación viaria. Así, por ejemplo, en el eje marcado por la carretera que une Madrid con Barcelona; está el denominado Corredor del Henares, que acumula una de las mayores concentraciones empresariales de España y, por supuesto, de la Comunidad, con más de 100.000 empresas. Compañías de sectores tan variados como Logística-Distribución, Químico, TIC o Ingeniería tienen en este entorno sus centros de I+D+i que, como el de Técnicas Reunidas, son de referencia nacional y mundial.
A este área, que puede identificarse con el este, le sigue el sur madrileño, donde destacan centros como Getafe o Móstoles en un amplio espacio que va desde la conexión con Valencia hasta las puertas hacia Toledo y Extremadura. Aquí está instalado uno de los parques tecnológicos y científicos de referencia, el de la Universidad Carlos III, y encontramos también los centros de investigación de empresas como Repsol o el propio IMDEA Energía, entre otros muchos.
En el norte, que tiene como eje la carretera que une Madrid con Burgos, Cantabria, País Vasco y Navarra, destaca el conglomerado empresarial de Alcobendas, un municipio en el que están registradas del orden de 500 multinacionales, una cifra que, por ejemplo, supera a Barcelona. En esta ubicación también hallamos el Parque Tecnológico y Científico de Madrid, dependiente de las universidades Complutense y Autónoma, referente indiscutible y sede de una serie de empresas que, como Pharmamar, son pioneras en investigación e innovación farmacéutica o biotecnológica. Localidades como Colmenar Viejo y Tres Cantos también concentran aquí una importante actividad innovadora.
Por último, al noroeste de la capital, en torno a la carretera que une Madrid con buena parte de Castilla y León, Asturias y Galicia, se sitúa otro foco adicional donde destacan el Parque Científico de la Universidad Politécnica, una de las grandes referencias de la I+D+i española, y el municipio de Las Rozas, que puede tomarse como referencia.
Para su alcalde, José de la UZ, es el inconformismo lo que mejor define a Las Rozas, un municipio que goza prácticamente del pleno empleo y está en el top 10 de las localidades de mayor renta per cápita en España. “Las Rozas está vinculada a la innovación porque pensamos diferente y no nos acomodamos. Sería fácil hacerlo, porque en la última década el crecimiento ha sido exponencial y la calidad de vida aquí es conocida. Pero si pensásemos así no progresaríamos”, dice el alcalde.
Las Rozas es el tercer municipio más extenso de Madrid, solo por detrás de Madrid Centro y Getafe. Tiene tres estaciones de tren y la movilidad es un desafío continuo en la agenda del Ayuntamiento. “Hay que seguir trabajando por una conexión eficiente, ecológica y efectiva. Debemos estar bien conectados con los parques empresariales”. Las pretensiones de De la Uz, en esta línea, pasan por la colaboración con alcaldes de otras ciudades y pueblos de la zona, independientemente de la adscripción política que tengan, para lograr una conexión adecuada con la denominada almendra central.
“La innovación - dijo en el momento de la entrevista para la realización de este Anuario 2018- está muy por encima de las ideologías o de los colores políticos. Queremos [desde el Ayuntamiento] que España sea el Silicon Valley de Europa y que Las Rozas lo sea de Madrid”. Para ello, es fundamental “construir tejido innovador por encima de cualquier sigla”, sostiene De la Uz, que ya propuso en el Ayuntamiento 50 medidas concretas en torno a innovación, emprendimiento, startups y otras empresas.
Objetivo 2030
Otro de los grandes objetivos del Consistorio es que Las Rozas se haya consolidado como foco de innovación y conexión tecnológica de España de cara a 2030. “Detectar todo el talento, conectarlo, potenciarlo y comunicarlo” forma parte de su estrategia. “Las Rozas se conoce por la calidad de vida, porque siempre sale en los rankings de mayor renta per cápita, pero tenemos el caldo de cultivo para ser mucho más que un lugar agradecido o afortunado”. Para ello, De la Uz quiere orientar su proyecto de municipio en cuatro grandes ejes: Las Rozas Distrito Tecnológico, Las Rozas Hub, Las Rozas Emprende y las Rozas Innova.
En mayo de 2018, el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación y la Delegación de la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación en la Comunidad de Madrid presentaron su asesoramiento especializado al Ayuntamiento para el desarrollo e implantación de las nuevas tecnologías en el ámbito de las Smart Cities. Por otro lado, De la Uz adelanta que en pocos meses Las Rozas tendrá su propio hub, “algo pionero en el noroeste de Madrid” en lo que remarca como “una oportunidad para que el talento siga floreciendo”.
De hecho, más que un reto político, para De la Uz la innovación se ha convertido en un desafío personal. “Cuando era niño escuchaba cosas como que en España éramos los camareros de Europa o que solo servíamos a nivel agroalimentario. Siempre me he negado a aceptar esto, pero ahora más que nunca. Tenemos un gran potencial tecnológico y una gran capacidad emprendedora”. No obstante, coincide en que las Administraciones Públicas deben tener un papel facilitador y “no asfixiar” a quienes quieren crear una startup o emprender un negocio. “No solo el PP. Todos los partidos tenemos que ilusionar y demostrar que España es capaz de todo. No sé si es un pacto de Estado por la Innovación a lo que debemos aspirar, pero lo que sí tengo claro es que la verdadera Marca España es apostar por el talento”.
Este reportaje ha sido publicado en la edición impresa del Anuario de la Innovación en España 2018