Nuestra forma actual de producir alimentos causa el 24 % de los gases de efecto invernadero y el 80 % de la deforestación. Por otro lado, existe una gran cantidad de residuos o subproductos -hojas, cortezas, pieles de fruta- que se eliminan o que se utilizan para alimentación animal. De la suma de compromiso, sostenibilidad y pura innovación alimentaria nace en Pamplona MOA Foodtech.
Licenciada en Biología en 2003, Susana Sánchez dedicó su tesis a la Microbiología, materia de las clases que impartió en la Universidad de Navarra hasta que en 2012 fue contratada por la biofarmacéutica Bionanoplus. No sabía Sánchez que con la pandemia llegaría la oportunidad que cambiaría de nuevo su rumbo profesional. “Contactó conmigo Bosco Emperanza, también bioquímico, pero con un perfil business. Quería confirmar si la idea que le rondaba la cabeza era factible desde el punto de vista científico”, explica a Innovaspain. Tanto fue así que en septiembre de 2020 MOA Foodtech ya era una realidad. El equipo fundador lo completa José María Elorza, al frente del apartado financiero.
La premisa de la que parte la compañía es desarrollar ingredientes agroalimentarios nutritivos y saludables de manera sostenible. Pero no de cualquier manera. Lo hacen mediante un proceso de fermentación en el que los citados residuos o subproductos ‘alimentan’ a determinados microorganismos. Para ello utilizan unos tanques fermentadores -como en una fábrica de cerveza- que por el momento subcontratan. En la empresa no descartan poner en marcha su propia planta industrial más adelante siempre y cuando sea rentable.
“Hemos llevado a cabo muchos estudios y muchas pruebas para determinar qué microorganismos son capaces de utilizar subproductos”, detalla Susana Sánchez. “La dificultad no es solo seleccionar los microorganismos más eficientes y, por decirlo de algún modo, industrializables, sino que la regulación los considere óptimos para ser utilizados en la industria alimentaria”.
Un ingrediente único
El ingrediente que obtiene MOA Foodtech es “una especie de polvo” por el que ya se han interesado más de 60 empresas, con hamburguesas, salchichas, quesos, snacks y bebidas vegetales en el punto de mira. Más adelante no descartan otras incursiones, como desarrollar suplementos alimenticios dirigidos a personas mayores o con problemas para alimentarse con normalidad. “Nuestro modelo de negocio es B2B. Existe un auge por todo lo que tenga que ver con la fermentación. También por las proteínas alternativas a las de origen animal. Ofrecemos un mayor valor nutricional que otras opciones. Hemos seleccionado más de 300 microorganismos cuyo crecimiento testamos hasta lograr un poder nutritivo potente. Además, somos más sostenibles, apenas consumimos agua y emitimos menos CO2”.
La innovación científica la complementan con tecnología. En este momento están desarrollando una herramienta de inteligencia artificial. Esperan así completar con más velocidad y eficiencia el cross linking entre subproducto, microorganismo e ingrediente final. “Si el primer ingrediente ha supuesto ocho meses de trabajo, la inteligencia artificial nos permitiría hacerlo en solo un mes. Abrimos el abanico a trabajar con muchos más subproductos e ingredientes finales, ya sean proteicos o ricos en fibra”, añade Susana Sánchez.
Cambio de chip
La investigadora admite que en los primeros pasos de MOA Foodtech les costaba explicar su idea, algo que cambió muy rápido. “Llegamos al principio de un boom. Ahora hay muchas más empresas con iniciativas disruptivas en el sector. Con las empresas siempre fue muy sencillo hablar, ya que demandan cada vez más proteínas alternativas. Por otro lado, los consumidores están cada vez más comprometidos con el cuidado de su salud y la sostenibilidad”.
Este mayor interés ha repercutido positivamente en la empresa, que ha pasado de 2 a 11 empleados en muy poco tiempo. La mayoría de las incorporaciones están orientadas a reforzar el área de I+D. “Nos encontramos en el momento del escalado industrial con el objetivo de hacer las primeras ventas a finales de 2022 o principios de 2023”.
Una ronda de financiación en 2021 les ayudó a crecer, al igual que el apoyo extra de varios centros de investigación y universidades ha resultado vital, sobre todo en los primeros compases de la empresa, cuando, aún confinados, tenían que llevar a cabo algún ensayo en laboratorio. “Creemos firmemente en la multidisciplinariedad y la colaboración”, asegura Susana Sánchez. La cofundadora de MOA Foodtech ha sido galardonada con el Premio a la Mujer Emprendedora de 2021por la Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra (Amedna/Neeze) y de nuevo imparte clases de Microbiología, esta vez en la Universidad Pública de Navarra. Hace unos días participó en la IV edición de "Gastroemprendedores Talks: Mujeres en Foodtech", organizado en Madrid Food Innovation Hub.