El tequila no es la bebida que Elon Musk vende bajo el sello ‘Tesla Tequila’, como ya lo ha dicho el Consejo Regulador de Tequila (CRT), ni uno de los ingredientes de la cerveza francesa 'Desperados', según el Gobierno mexicano. Tequila es el nombre de un poblado ubicado en el estado mexicano de Jalisco, en el occidente del país, que le dio nombre al famoso destilado de agave azul conocido internacionalmente.
Tequila, además de ser un pueblo mágico, cuyo paisaje agavero es considerado Patrimonio Cutural de la Humanidad, según la UNESCO, es desde 2015 un destino turístico inteligente (DTI) de Segittur.
De acuerdo con Federico de Arteaga Vidiella (Montevideo, Uruguay, 1961), director de Planeación de la compañía Grupo JB y responsable de la implantación del proyecto de DTI en la ciudad mexicana, con esta distinción se ha logrado “un equilibrio entre la inteligencia tecnológica y no tecnológica, equilibrando las necesidades de todos los grupos de interés, con accesibilidad, tecnología, innovación, sostenibilidad y gobernanza (es decir, siguiendo los cinco ejes de la metodología propuesta por Segittur)”.
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Este sello ha permitido a la localidad gestionar modelos de negocio que antes eran impensables, con alianzas público-privadas, una mayor transparencia por parte del sector público, una mejor conectividad y gobernanza, entre otras cosas, según el empresario e ingeniero agrónomo.
Como millones de destinos, el turismo en la localidad “ha tenido una baja sustancial en estos meses de pandemia pero se ha ido recuperando. Mundo Cuervo ha estado cerrado totalmente hasta agosto y desde entonces está parcialmente abierto”, señala. Poco a poco el sector se va recuperando. Aunque en mayo registró una caída de -213 % con respecto al mismo mes del año anterior, en noviembre tuvo un crecimiento del 2.09%.
Ser DTI “per se no trae turismo, pero sí ayuda a que el turista se quede en Tequila”, asegura De Arteaga. “El hecho de estar en un destino con 100 % de conectividad en el centro histórico y gratuito, con accesibilidad, con gestión de la carga tanto de autos como de gente para evitar el overtourism (el exceso de turismo), sobre todo en esta época, hace que el turista alargue su estadía”, detalla.
El empresario señala como elementos clave para impulsar el turismo en la ciudad el hecho de que en esta localidad se encuentra “la esencia de la mexicanidad (charro, tequila y mariachi)”, así como “el sentido de pertenencia de la gente que hace que el turista sienta que está en un lugar especial y quiera volver”.
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Él cree que tras la pandemia se volverá a un turismo más local. Este “ha sido el primero en responder y será el motor de la reactivación”, asegura el experto. “Antes de la pandemia teníamos un 75 % local y 25 % extranjero, en 2021 creemos que la cifra estará llegando al 80 % local”, precisa.
El turismo en la localidad es uno muy particular. Se trata de uno más “sofisticado”, que gira alrededor de la cultura del tequila, de un turista “que se preocupa por la sostenibilidad, la cultura, el conocimiento, por tener una experiencia gastronómica, por el campo”. Pero no exclusivamente. “Los temas del charro y el mariachi, están presentes como íconos mexicanos. Un destino auténtico no folklorizado (no convertido en un estereotipo). Este es el turista que buscamos, que se quede en Tequila, que cuando se vaya esté fidelizado”, explica De Arteaga.
Para él, “la credibilidad, el profesionalismo, la sofisticación del producto turístico”, son algunos elementos que ayudarán a remontar la crisis por la que está atravesando el sector. Esto permitirá “equilibrar las capacidades de los destinos” y que no haya un exceso de turistas. “Y que los destinos sean inteligentes, pero no como campamentos tecnológicos, sino aplicando mucha inteligencia no tecnológica”, añade.
