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David Mayoral, el vitoriano que bajará los humos a posibles 'Terminators’ industriales

El fundador de Alias Robotics ha sido reconocido por Forbes como uno de los jóvenes empresarios europeos más prometedores
David Mayoral
David Mayoral.

Con 27 años recién cumplidos, el vitoriano David Mayoral está llamado a ser uno de los jóvenes empresarios que, con sus ideas, nos haga más suave el aterrizaje en la locura de un mundo que cambia de modo exponencial. Hoy se encuentra en Londres tras ser incluido en la lista europea ‘Forbes 30 Under 30’, publicada por el icónico grupo editorial norteamericano para identificar a los innovadores disruptivos de nuevo cuño, aquellos a los que conviene no perder la pista. Este reconocimiento se suma al galardón obtenido en la última edición de South Summit o al Young Entrepreneur of Spain 2015.

Como ha explicado a este medio, opina que se trata de un premio a la excelencia, consecuencia de haber hecho bien las cosas en los últimos años. “También es una responsabilidad, ya que en la lista me codeo con los que más influencia e impacto están teniendo en su mercado. Lo recibo halagado, pero con humildad, y me anima a pensar que esto es sólo el principio”.

Junto a su hermano Víctor, David Mayoral puso en marcha un primer proyecto empresarial con 19 años. Erle Robotics, dedicada a la fabricación de robots y cerebros robóticos, y que tenía como particularidad aunar software y hardware, fue adquirida e integrada por la multinacional suiza Acutronics hace dos años, tras la consecución de varios éxitos a gran escala.

El pasado año, y de nuevo con Vitoria como base de operaciones, David Mayoral constituyó Alias Robotics, una empresa especializada en ciberseguridad para robótica industrial que viene a iluminar una zona de sombra de un campo, el de proteger a estas máquinas de posibles hackeos, “en el que apenas se ha hecho nada hasta la fecha”, y que pretende cambiar para siempre cómo se concibe y estructura un robot, tanto entre los propios fabricantes como de cara a los usuarios finales.

Para ello, la firma está trabajando en el primer sistema inmune de robots (RIS en sus siglas en inglés). Se trata de un dispositivo físico (que suma de nuevo hardware y software), una suerte de ‘antivirus’, el primero del mercado  para robots, que verá la luz en unos meses como solución integral con la seguridad como premisa. Según Mayoral, han dado en el clavo en el momento preciso. “Cualquiera, desde el último rincón del mundo, puede acceder a un robot industrial y alterar conceptos, cambiar la producción, hacer un mal uso de la tecnología o provocar que entre en combustión”.

El equipo actual de Alias Robotics.

Riesgos y peligros que ya han hecho que varias empresas llamen a su puerta para curarse en salud. “Estamos combinando trabajos de consultoría, con los que analizamos el estado de la ciberseguridad de los robots de estas compañías y, en paralelo, ya estamos en contacto con varios fabricantes, que nos piden que chequeemos que sus máquinas son seguras”.

Dentro de sus tareas de concienciación, Mayoral recuerda que tendemos a olvidar que la Industria 4.0 es lo mismo que decir Industria Conectada. “Robots y máquinas conectadas abren una puerta hacia ahí fuera; una entrada que hay que proteger. Muchos recordarán las reticencias que en su momento sufrieron los primeros antivirus. En nuestro campo de acción ocurre algo similar, pero es ahí donde vemos una oportunidad”.

En los próximos meses cerrarán una ronda de financiación que, además de arrancar la expansión internacional (prevista para 2020), les permitirá duplicar plantilla hasta la veintena de trabajadores en una historia de éxito a la que ha contribuido la tracción del impulso modernizador vivido por la industria en el País Vasco. “Es un ecosistema 4.0 maduro, que invierte mucho en robótica y donde son todo facilidades para testar prototipos antes de valorar escalar el modelo de negocio”, apunta Mayoral, que agradece “el apoyo incondicional” prestado por BIC ARABA, el Gobierno Vasco, el Ayuntamiento de Vitoria o CaixaBank.