Llegar a cerca de un centenar de Ciudades de la Ciencia y la Innovación es un hito importante, sabiendo que casi con toda seguridad que alcanzar los cien municipios con este galardón en la próxima convocatoria es una señal de disciplina. Sobre todo, a la hora de difundir los dos conceptos que dan nombre a este diploma que es, más que nada, abonar el desarrollo general de la nación.
El esfuerzo que están haciendo los ayuntamientos que presentan su candidatura, en este caso más de ese centenar que han conseguido el diploma, no es en balde. La inexperiencia o desconocimiento en un tema es el primer paso para aprender y, en este caso, comprender que sin ese esfuerzo que solicita el Ministerio de Ciencia e Innovación a través de la Red Innpulso, es muy probable que se refleje en un decaimiento de la ciudad a medio y largo plazo.
[Lea más sobre Red Innpulso en Innovaspain]
El esfuerzo por articular un programa de realización de las diversas acciones en pos de la mejora para la ciudadanía, de los organismos municipales, de la educación y de la empresa es seguro que se reflejará en la historia de esos municipios. Por ejemplo, con el aumento del empleo, la población y otra serie de oportunidades a las que, afortunadamente, podemos acceder con una cierta facilidad, que no quiere decir que haya que hacer un esfuerzo muchas veces suplementario.
Distribuidas en tres grupos por la población, hay que llamar la atención sobre aquellas que tienen menos de 20.000 habitantes, con frecuencia alejadas de los grandes núcleos urbanos por población y dimensión empresarial, un tema en el que cuenta el ánimo de los ciudadanos para atraer actividades nuevas y mejorar las existentes. Afortunadamente, la tecnología cubre todas las áreas, incluyendo las sociales, que no es un tema menor.
Es en este sentido en el que hay que felicitar a las nuevas ciudades cuyas propuestas fueron aceptadas y valoradas positivamente. Diez ciudades que, como Algemesí, Castelldefels, Irún, Lugo, Puerto Real, Riba-roja de Túria, Rubí, Sagunto, L’Hospitalet de Llobregat y Vitoria, han trazado un plan para mejorar en los próximos años, aprovechando la tecnología existente o muchas de las ideas que han surgido de la población.
Está muy manido ese dicho que dice que los países ricos tienen mucha innovación, aunque la realidad es que es la innovación es la que hace ricos a los países. Pero es que es verdad y llamar la atención sobre el tema no sobra, sobre todo cuando nos queda bastante para igualarnos a naciones de nuestro entorno.
De las ciudades citadas son varias las que están cerca de esos grandes núcleos a los que no hemos referido y que van expandiendo su crecimiento. Sin embargo, también es que hace falta aprovechar las sinergias que dan esas cercanías. Cuanto más amplio es el círculo, antes llegará a otros municipios que, a su vez están cercanos a lo que tienen la citada característica. La gestión nunca debe faltar en las administraciones públicas y de lo que hablamos es de oportunidades. Y muchas veces son más de las que nos pensamos.
