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Valencia, capital mundial de la huella de carbono cero

En una carrera que disputa con Copenhague, la ciudad saca su as bajo la manga: la detección en tiempo real de la huella de carbono de cada actividad que ocurra dentro de la ciudad
huella de carbono
Parque Natural de la Albufera.

La capital de la Comunidad Valenciana quiere ser también la capital verde de Europa. En una carrera que disputa con Copenhague, la ciudad del Turia saca su as bajo la manga: la detección en tiempo real de la huella de carbono de cada actividad que ocurra dentro de la ciudad. "A través de una etiqueta circular con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)", expone el jefe de área de Sostenibilidad Turística de la Fundació Visit València, Jaume Mata. "Los ODS son muy amplios. En este caso, hemos empezado con la descarbonización", apunta.

El gran salto es el de las mediciones en tiempo real de las emisiones de cada actividad turística, en una primera fase. Tal como asegura Mata, “un conocimiento de innovación que no tenía ninguna ciudad en el mundo, hasta ahora”, y que ha visto la luz esta primavera, con un primer escenario: el Palacio de Congresos de Valencia. Pero que pretende llegar a cada uno de los rincones de la urbe.

Detrás del proyecto también está la organización Global Omnium. Su director del rea de Sostenibilidad Corporativa, Juan Luis Pozo, describe cómo sería un Palacio de Congresos con este sistema en marcha. “Tendremos la capacidad de calcular el consumo energético que hay en una sala, el número de personas, entre más parámetros, para calcular la huella de carbono que hay en tiempo real. Y, sobre todo, dar esa información a la persona que está en ese momento, para que sepa cuál es el uso eficiente que se le puede dar”. Todo con la idea de desmentir que el turismo haya perdido la batalla contra la pandemia. “Queremos demostrar que se puede viajar y se pueden hacer bien las cosas. Mientras sorteamos la pandemia, seguimos trabajando contra el cambio climático”.

Otro de los logros del proyecto para conseguir la neutralidad de carbono se esconde detrás del sistema de certificación: blockchain. Tanto la administración municipal como Global Omnium venían “años trabajando” en implantar esta idea. Al n ha salido “en tiempos de big data”, subraya Pozo.

Una turista disfruta de una de las zonas de biodiversidad en Valencia. (Foto: Fandi)

Detrás de una etiqueta “inteligente” que funciona como un dispositivo “simple” se han integrado varias tecnologías. Una de ellas: “incorporar una certificadora que permite hacerlo en tiempo real”. A este hecho Pozo le atribuye gran importancia para llegar a la actual sensibilidad en la ciudadanía, más preocupada que nunca por los efectos del cambio climático. “Porque lo que no se mide no se puede calcular ni gestionar”, apunta.

En el proyecto, que tiene la supervisión de la Organización Mundial del Turismo (OMT), han trabajado codo con codo tanto la entidad municipal como la organización de gestión de aguas. El acuerdo, relata Pozo, consistió en que Global Omnium traspasara su “know how en materia de descarbonización” a la Fundación Aguas de Valencia. De ahí ha surgido un proyecto que pretende revolucionar la concepción de turismo sostenible.

Jardín del Turia (Foto: David Rota)

La pandemia de la COVID-19 también ha supuesto un antes y un después en el turismo. Desde la administración valenciana leyeron este contexto como una oportunidad, y plantearon tres ejes bajo su visión estratégica. Mata enuncia las que da a llamar como las tres ‘S’: “sostenibilidad, seguridad y salud”. Tres pilares para que la sensibilidad creciente hacia la sostenibilidad entre operadores y clientes turísticos sirva para poner el foco sobre Valencia.

“Por tanto, que nosotros nos posicionemos ya con una acción directa que demuestre que el hecho de que seamos sostenibles no solo mejora el territorio sino que nos sitúa de una forma diferente y directa ante el consumidor”, razona Mata. Además, está la batalla por ser Ciudad Verde europea. Para ello, la estrategia de sostenibilidad turística de la capital valenciana ha marcado un objetivo primordial: ser neutros en carbono en 2025 en toda la cadena turística.

“El órdago”, señala Mata, “de la Agenda 2030 establece una serie de objetivos, como reducir entre un 30-35 por ciento las emisiones”. Desde la Fundació Visit València, esta meta sigue estando en el horizonte de dentro de cuatro años, “pero dependerá del efecto de la pandemia”. Pozo también se muestra optimista. “Valencia va a conseguir ser neutra en carbono en la actividad turística, incluso en toda la ciudad, se lo puede plantear para 2030, y ganarle la carrera a Copenhage. Ser Ciudad Verde va a ser importantísimo para la economía”.

Fuente de agua filtrada. (Foto: David Rota)

El etiquetado inteligente para medir la huella de carbono se espera que esté listo este año. Desde Global Omnium recuerdan que ya el pasado se realizó el cálculo que tenía la huella de carbono. Como economista, Pozo hace mención a lo que denomina como macroeconomía de la economía circular. “Será muy fácil con un cálculo en tiempo real saber que si compras algo en China, tiene una huella de carbono diferente a si lo compras en Valencia”.

Lejos de reducirse a la medición de la huella de carbono, Mata ya menciona otros futuros usos de esta aplicación. “Se podrá utilizar para reducir también la huella hídrica, tan importante en países como el nuestro”. Por ello, asegura, los dispositivos y plataformas que unen estos dos objetivos: digitalización y sostenibilidad, estarán a disposición de “todo el sector, de la industria turística”.

Interesados en dicho proyecto, cuentan, ya hay muchos. Tanto dentro como fuera. Desde Andorra –“que quiere ser el primer país en reducir su huella de carbono”, apunta Mata– hasta las ciudades que integran la Red European Cities Marketing. Fuera del continente, empresas en Vancouver (Canadá); o la OMT, que cofinancia y participa en el primer hub global de innovación como es Wakalua. Sobre la organización perteneciente a Naciones Unidas, Mata se enorgullece cuando comenta que el etiquetado inteligente ha sido propuesto para el programa ‘One Planet’ de turismo sostenible que impulsa la OMT. “Vamos a ser publicados como buena práctica sobre qué se puede hacer para luchar contra el cambio climático en el sector turístico”.

Parque Natural de la Albufera. (Foto: David Sangüesa)

Pozo cifra en “más de 40 ciudades” las interesadas en el proyecto de Valencia. “La realidad no es tanto lo que hemos sido capaces de innovar o desarrollar, sino que se puede implantar este modelo en cualquier ciudad. La mitad de las ciudades de Alemania están esperando”, presume. Un interés acorde con una realidad acuciante: el cambio climático ya no es reversible, han reiterado desde el mundo científico una y otra vez desde hace años. “Igual que se vence a la pandemia con la tecnología e innovación, se va a vencer igual al cambio climático”, concluye Pozo.

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