En 2020, a Miguel Ángel Sánchez le entró la curiosidad de aventurarse en el mundo del emprendimiento tras haber trabajado en diferentes sectores relacionados con su carrera como ingeniero de diseño industrial. Ante este nuevo panorama, decidió contactar a su compañero de universidad, Jorge Pradas, ingeniero de diseño industrial, y con Julio Ferrando Martínez, ingeniero eléctrico, para empezar a construir un proyecto propio desde cero.
“Al principio queríamos hacer una aplicación móvil o algún software. Pero nos dimos cuenta de que no éramos buenos programando ni haciendo una aplicación, así que decidimos diseñar un producto que solucionase alguna problemática actual. En eso es donde realmente somos buenos, ya que somos ingenieros”, recuerda Miguel Ángel Sánchez.
Tras varias reuniones, en donde discutían distintas ideas de productos (que no les convencían del todo), una tarde, mientras paseaban por la playa de Valencia, se toparon con una simulación de rescate y se dieron cuenta que los socorristas y las autoridades estaban en tierra firme esperando que los medios aéreos o marítimos llegasen a rescatar a la persona. “Fue entonces cuando les preguntamos si tenían algún tipo de dispositivo con el que pudieran, al menos, mantener a la víctima a flote antes de que llegase el rescate. Nos dijeron que no, que el único modo que tenían era ir nadando, algo que también ponía en riesgo su vida”, explica Sánchez.
“Tenemos una lista de espera de más de 50 países para integrar este dispositivo”
De aquel acontecimiento nació la idea de crear un dispositivo que pudiera darle solución a esta problemática tan recurrente, y que más tarde se convertiría en el dron marino Nàutic, una embarcación no tripulada destinada a asistir en tareas de salvamento marítimo y socorrismo.
“Al día siguiente nos presentamos a la asamblea de la Cruz Roja en Valencia con un dibujo muy sencillo. Nos dijeron que tenía mucho sentido, que el planteamiento era muy bueno y que, aunque ya había productos que estaban en el mercado que parecían solucionar esa tarea, no lo hacían del todo bien”, destaca. “Entonces, al partir desde cero, quisimos escuchar a más empresas que nos dieran todo el feedback posible para poder hacer un producto que de verdad les sirviese para salvar vidas”.
Poco después llegó la pandemia y Sánchez volvió a su pueblo en Villarrobledo, Albacete, en donde realizó una maqueta en el garaje con el apoyo de sus socios a larga distancia. “Jorge se encargaba de los clientes, Julio de la parte tecnológica y los tres nos complementábamos muy bien”, rememora.
A principios del verano de 2020, cuando se relajaron las medidas del confinamiento, empezaron a desarrollar y a probar la maqueta de Nàutic con diferentes empresas, con las cuales tuvieron mucho éxito. Posteriormente, en septiembre de 2020, constituyen oficialmente la empresa Proteus Innovation y cierran su primera ronda de inversión de 120.000 euros en febrero de 2021, en la que participaron diferentes inversores del sector náutico, además de contar con los préstamos otorgados por ENISA, una empresa pública dedicada a la financiación de proyectos empresariales viables e innovadores de pymes españolas, para crear ese primer dispositivo.
“El sector marítimo es muy tradicional, con mucho por innovar”
“Durante 2022 terminamos de fabricarlo y empezamos a vender unidades a clientes cercanos a Valencia porque, como sabíamos que era un producto nuevo, podría tener errores, y queríamos testearlo con personas de primera confianza”.
No obstante, planear y fabricar un dron marino de estas características, y que tiene un objetivo tan importante como el de salvar vidas, necesita un alto grado de compromiso y confianza, adquirido con los años de experiencia a pesar de su corta edad. Hace tan solo hace 10 años, estos jóvenes emprendedores se encontraban haciendo la selectividad para entrar a la Universidad Politécnica de Valencia y actualmente son fundadores de Proteus Innovation, (Miguel Ángel Sánchez es CEO; Jorge Pradas, COO y Julio Ferrando, CTO), una de las startups con más proyección internacional en España.
“En 2023 hemos visto que tenemos una lista de espera de más de 50 países que quieren integrar este dispositivo. Como ya tenemos suficiente información de qué podemos mejorar, lo que hemos hecho es una segunda ronda de inversión para hacer un rediseño y aumentar la estructura de fabricación para poder hacer todas las unidades que nos están pidiendo. La repercusión que ha atenido Nàutic ha sido brutal”.
A pesar de que ya existen dispositivos que pretenden salvar a personas en situaciones de peligro en el contexto marino, Proteus Innovation supo ver, atender y mejorar todas esas debilidades de la competencia para crear este dron marino made in Spain totalmente único. “La competencia (que principalmente viene de países asiáticos) solamente funciona con un mando de radiocontrol. Si una víctima está inconsciente no puedes hacer nada porque no se va a poder agarrar al dispositivo y en esos casos solo funcionaria si la víctima está consciente”, dice.
“En cambio, nuestro dispositivo Nàutic tiene un joystick incorporado para que el rescatador pueda ir él mismo con la embarcación no tripulada a la víctima, atarla con un arnés de seguridad que ya va incluido y traérsela de vuelta (y la persona rescatada puede estar consciente o inconsciente). Además, cuenta con un altavoz para darle instrucciones y comunicarnos con la víctima y un GPS para saber en todo momento dónde está localizado, entre otras cosas. Al contar con fabricación nacional nos es mucho más sencillo reparar el dispositivo no solamente en España, sino en todo Europa y el mundo”, explica Sánchez.
Más allá del rescate
Proteus Innovation, (que ha recibido varios galardones, entre ellos el premio en la categoría ‘Triple Impacto Innovador’ en los Premios Llamp 3i 2022), no solo se define como una empresa que fabrica embarcaciones no tripuladas de rescate. Su proyecto de negocio de digitalizar el sector acuático va mucho más allá.
“Estamos entrando en el sector marítimo, que es muy tradicional, con mucho por innovar. Proteus no es solo una empresa que haga embarcaciones de rescate, sino que somos una compañía que desarrollamos embarcaciones no tripuladas eléctricas para innovar el sector marítimo. Ahora mismo hemos empezado con el sector de rescate, pero ya tenemos pensados los siguientes dispositivos que van a operar próximamente y que son muy interesantes”, puntualiza.
“En esta segunda ronda de inversión hemos incorporado a inversores muy potentes y profesionales del sector marítimo. En cuando al rediseño de Nàutic, en el que estamos trabajando y que tenemos pensado que se empiece a fabricar a finales de este año, sabemos que va a pegar muy fuerte en el mercado. Apostamos por vender más, abarcar nuestra lista de espera, y llegar a más países”, concluye el cofundador de Proteus.
