Este lunes se cumple un mes de la entrada en vigor de la Ley Europea de Accesibilidad, una ley que, más allá de favorecer el futuro de todas aquellas personas que por unas causas o por otras tienen dificultades de accesibilidad de cualquier tipo, viene a destacar la labor de la ONCE en su ya larga historia, muy cerca ya de su centenario.
El gran ejemplo y trayectoria de esta organización es la historia de la lucha contra un sinfín de barreras que un numeroso colectivo de todas las edades ha tenido que sortear de la mejor manera posible. Cuando se habla de Accesibilidad no se está pensando solo en las personas con ceguera, que fue el origen de la ONCE, se está pensando en otras enfermedades o situaciones que, por diferentes motivos y edades, dificultan la vida.
Esta generalización es lo que ha hecho grande a esta organización única a nivel mundial. No es España un país en el que se valoren procesos de éxito como se debe y, si hay que destacar uno, estamos ante el más valioso. Numeroso es el total de acciones que merece reconocer a la ONCE.
La relación con la medicina en un amplio espectro fue el inicio, pero después ha sido en la educación, en la conversión de las ciudades, en el mundo laboral, en la arquitectura, en el turismo, en la industria, en la investigación y, como no, en la innovación. De su trabajo e ideas se han se ha investigado y realizado infinidad de proyectos en todos los espectros que ayudan a evitar y acabar con barreras, también de diferentes tipos.
Como decía a Innovaspain hace unos días Jesús Hernández Galán, director del Centro Europeo de Accesibilidad y del área de Accesibilidad (AccesibleEU) e Innovación de la Fundación ONCE, sin lugar a dudas "España es líder europeo indiscutible en accesibilidad". Y en este sentido señalaba días después, que la Ley que ya ha entrado en vigor debería modificarse y ampliarse en más sentidos y temas como la ONCE ya ha presentado, estudia y desarrolla. Todo un reto para quién fue premiado con el Premio Nacional de Innovación el año pasado.
La cifra de 75.000 empleados de la ONCE da la magnitud del proceso y evolución que ha tenido el grupo a lo largo de estos años, pero no solo es este número de personas las que se benefician de los logros de la organización que preside Miguel Carballeda y es difícil de cuantificar. Tuve la oportunidad de escucharle, cuando recibió uno de los múltiples premios que acumula la Organización y sus primeros ejecutivos, una frase que me ha quedado en el recuerdo y que resume la voluntad y el tesón de la ONCE a pesar de las dificultades que han tenido que superar: “No todas las personas que tienen los ojos cerrados están dormidas… Ni todas las personas que tienen los ojos abiertos ven”. Aprendamos de los grandes ejemplos.