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Adiós a los parones por obras en el Canal de Isabel II: llegan las tuberías de fibra de carbono

Acciona, inmersa en la rehabilitación y renovación de la red de abastecimiento de agua de Madrid, presenta una innovación que promete acabar con las obras civiles
Acciona Canal de Isabel II tuberias

Actualmente, el Canal de Isabel II de Madrid está en plena rehabilitación, pero también se encuentra en una fase de renovación para mejorar la distribución de agua para el abastecimiento de la capital. Y es ahí, en una de las tuberías principales de la ciudad, donde Acciona ha mostrado otra de sus nuevas innovaciones: un sistema que construye en el mismo túnel una tubería de fibra de carbono.

Esta tubería, en principio, no parece algo que no se haya hecho nunca. La cuestión está en que la técnica de Acciona permite, según ellos, “acometer la renovación del sistema de abastecimiento de agua sin necesidad de ningún tipo de obras civiles”. Ya no habrá más cortes en la circulación o peligrosas aperturas de zanjas, “además de otras molestias como ruidos o vapores de los trabajos convencionales de corte y soldadura”. 

Por otro lado, la técnica ideada por Acciona –que parece aumentar la vida útil de las tuberías en más de 40 años, así como aumentar la resistencia a la presión frente a las tradicionales– puede reducir también los costes en el suministro del agua. “El tiempo de ejecución de las labores de renovación de las tuberías se reduce un 50%. El impacto medioambiental de esta solución es igualmente menor, puesto que se evita el uso de maquinaria pesada”, explican.

En principio, este nuevo desarrollo ha visto la luz por las tareas de mantenimiento preventivo que está llevando a cabo la compañía en el ya citado Canal de Isabel II. Allí es donde han descubierto, durante su inspección en el interior de la ‘Arteria Principal Este’ unas “anomalías” que afectaban a su estado estructural. “Aún no habían generado problema en su funcionamiento –aseguran, pero debían ser subsanadas para evitar posibles fallos o roturas”.

Así, tras inspeccionar esta gran arteria de la ciudad, se han seleccionado nueve tramos discontinuos donde Acciona detectó las anomalías –básicamente, partes de la armadura que podían ser susceptibles de rotura–. En total, 79 metros “nuevos” ya que “la tubería resultante tiene las características necesarias para aguantar las presiones de servicio y cargas a las que va a ser sometida por sí sola, ya que la antigua canalización, aunque no se retirará, solo se utilizará como encofrado perdido, sin aportar capacidades resistentes”.