Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina han diseñado una serie de tecnologías para optimizar la obtención de compost, entre las que destacan un sensor que, inédito a escala nacional, mide de forma continua la temperatura y humedad de los residuos en descomposición. El dispositivo, sincronizado a una red de estaciones telemétricas, genera información disponible para su consulta online y a través de alertas en los celulares.
“En nuestro país, los procesos bioquímicos que afectan al proceso de compostaje están bien estudiados, pero las soluciones tecnológicas para su seguimiento y control son escasas, casi siempre adaptadas a otros fines”, explica Luciano Orden, técnico del INTA Hilario Ascasubi (Buenos Aires) y responsable del desarrollo, junto con Santiago Crocioni, de la misma unidad.
Según este especialista, la eficiencia del compostaje depende de la cantidad de oxígeno en las pilas de residuos, de la temperatura y humedad de los materiales, de los microorganismos involucrados, entre otros factores. En ese sentido, afirmó que “temperatura y humedad son los indicadores más comunes para conocer el estado de madurez”.
Hasta el momento, las mediciones de temperatura se realizan mediante la inserción de sondas con termómetros, mientras que las de humedad utilizan equipos electrónicos o se estiman a través de muestras analizadas en laboratorio. “Es fundamental hacer monitoreos periódicos y tener datos confiables para ajustar el manejo, sobre todo en la primera fase cuando el compost debe alcanzar temperaturas superiores a los 50 grados para lograr un material libre de patógenos y estabilizado”, añade el técnico.
En funcionamiento
Con una batería que se alimenta de energía solar, el sensor creado asegura el seguimiento continuo de las pilas de compost para optimizar el manejo del proceso biológico. “Si bien aún no está disponible en el mercado, avanzamos en un acuerdo de vinculación tecnológica con una empresa local para comercializar el sistema a bajo costo”, remarca Orden.
El dispositivo ya funciona en cinco unidades del INTA –ubicadas en San Juan, Mendoza, Marcos Juárez, Hilario Ascasubi y Castelar– que conforman una red de estaciones de telemetría. La información recolectada, sistematizada en registros cronológicos, se comunica mediante GSM/GPRS a un servidor que interpreta los datos del monitoreo y genera un gráfico en la web, al que cada usuario puede acceder con una contraseña.
“Esta tecnología está dirigida a productores que realicen tratamientos de residuos y, sobre todo, a automatizar procesos en plantas de compostaje, donde se transforman grandes volúmenes de residuos”, apunta el especialista. De este modo, la adopción de estos sensores “es una solución viable ante la necesidad periódica de programar los riegos y la aireación mediante el volteo de las pilas de material”.