Carretilla cumple 150 años lanzando al mercado 'El Buen Comer'. De este modo, la marca del Grupo Alimentario IAN (Industrias Alimentarias Navarras), entra de lleno en el segmento de los platos refrigerados. La innovación es una de las grandes ‘culpables’ del que para la compañía es un resultado final más que óptimo: productos de calidad con sabor casero; una alternativa “natural y nutritiva” para todos los públicos. Como explica a Innovaspain Pachi Salcedo, director del I+D+i del Grupo IAN, El Buen Comer les va a permitir jugar el partido “en todo el campo, no solo en la mitad del terreno de juego”.
El experto se refiere a la posición de liderazgo en España que Carretilla ya ostenta en el mercado de los platos preparados microondables en ambiente. Pero detectaron que el área de los platos refrigerados ha crecido un 9 % en volumen y un 11 % en valor en el último año. La oportunidad estaba ahí y en Carretilla contaban con músculo y expertise. Era el momento de ponerse manos a la obra y llegar a más hogares.
Para desarrollar la nueva gama, Grupo IAN ha abierto una nueva planta en la localidad navarra de Cadreita, dedicada en exclusiva a la elaboración de platos refrigerados. Dotada de tecnologías punteras, estará dirigida por Aitor Itoiz, también responsable de la planta productiva en la localidad vecina de Villafranca. Entre los productos ya a la venta (que paulatinamente se irán ampliando) encontramos lasaña boloñesa, calabacín y berenjena gratinados rellenos de carne, tagliatelle en salsa de boletus o ensaladilla rusa con atún.
“El crecimiento del plato refrigerado es indudable”, apunta Salcedo. “Uno de los motivos es esa ‘frescura’ que percibe el consumidor. Un plato ambiente tiene en torno a un año de caducidad, mientras que los refrigerados se mueven entre las dos semanas y los tres meses. No es fresco, pero se acerca más”.
Un ADN reconocible
La experiencia acumulada en los platos en ambiente (más de 70 recetas) ha sido primordial para fortalecer el nuevo lanzamiento. También el ADN de la marca. “La gente nos identifica con productos de calidad, parecidos a los que cocinaríamos en casa (sin perder de vista que es un cocinado industrial): sin aditivos, conservantes ni colorantes, con ingredientes que usaríamos en nuestra propia cocina”.
En director de I+D+i de Grupo IAN va más allá cuando delimita el perfil de Carretilla. “Los consumidores nos asocian a términos como casero, natural tradicional… Con El Buen Comer no podíamos abandonar ese universo en el que nos han colocado los clientes. Además, el mejor termómetro que tenemos para medir cómo hacemos las cosas es que, quien nos prueba, repite”.
Pachi Salcedo se detiene en el desafío de I+D que supone no utilizar conservantes en este tipo de platos. “En el caso de los refrigerados, lo habitual es añadir conservantes para alargar la vida del producto -por ejemplo, una ensaladilla rusa- más allá del tiempo que aguantaría si la cocinamos nosotros mismos. Los refrigerados quedan fuera de tratamientos térmicos intensivos cuyo objetivo también es estirar la duración del producto. Nuestra filosofía de marca rechaza el uso de conservantes, así que optamos por desarrollar un proceso distinto: un tratamiento flash, muy rápido, con temperatura. Estabilizamos el producto y conseguimos que dure en la nevera alrededor de un mes. Ha supuesto todo un reto”.
Rico y sano
En paralelo, las recetas siguen la estela que marca Carretilla. “Trabajamos con productos naturales, nutricionalmente equilibrados. Optamos por no abusar de las grasas o de la sal”. Los envases son reciclables y, en los gratinados, el plástico ha sido sustituido por la madera. “La sostenibilidad debe estar presente en toda la cadena de valor y en cada decisión que tomamos como compañía a todos los niveles”.
De vuelta al producto, Pachi Salcedo llama a no olvidar lo más importante de todo dentro del mercado en el que se mueven. “Tiene que estar rico. Si no, por bonito que lo pintemos y por muy bien que lo vendamos, la gente no volverá a comprarlo. Es ahí donde nos la jugamos”. Admite que en Grupo IAN no están inventando una gama nueva pero, “parafraseando a Steve Jobs, y sin ánimo de resultar pretencioso, nuestro objetivo no es ser los primeros, pero sí los mejores”.
Así las cosas, siguen una estrategia en la que el proceso de I+D concluye con una serie de catas, primero internas y después a ciegas donde opina una muestra representativa de más de 60 personas. “Solo salimos al mercado cuando tenemos muy claro que el producto que tenemos entre manos mejora el resto de opciones disponibles. ¿Asegura esta filosofía el éxito? Claro que no, pero nos hace avanzar más seguros”.
Dudas en torno al plant based
Preguntamos a Pachi Salcedo por su intenciones en otra tendencia al alza: el plant based. “En I+D+i exploramos todos los mundos. Es nuestra responsabilidad que así sea. Como no tengo datos recientes, hablaré desde la impresión personal. Creo que los productos de proteína vegetal vivieron un primer boom durante el cual experimentaron un crecimiento tremendo. Ahora parece que las cosas se han enfriado. Muchos optaron por salir al mercado demasiado rápido. Presentaron productos no siempre bien conseguidos. ¿Comestibles?, sin duda, pero el consumidor busca un puntito de ilusión en lo que compra”.
Y añade otro hándicap, esta vez más ‘genuino’ de Carretilla. “La marca no puede soportarlo todo, por estupenda que sea. Seguimos investigando en proteína vegetal, hacemos catas esporádicas, pero no es un terreno prioritario. Pienso que, en este punto, no termina de encajar con el tipo de producto por el que nos hemos hecho fuertes en España. Más adelante todo es posible”.
“Si la paella de pollo con verduras nos sigue encantando como hace más de un siglo, ¿para qué tocarla?"
Pachi Salcedo alude a las bondades de las nuevas tecnologías y su positivo influjo en la industria agroalimentaria. Lo hace, eso sí, con un sentido práctico, con los pies en la tierra. Innovar por innovar sirve de poco. “Si la paella de pollo con verduras nos sigue encantando como hace más de un siglo, ¿para qué tocarla? La innovación sí nos abre la puerta a hacer productos más seguros, homogéneos, menos expuestos a determinadas variables. Nos encontramos también con un consumidor que quiere cocinar menos o que tiene menos tiempo para hacerlo, más en entornos urbanos. En Carretilla les ofrecemos cantidad de opciones para que puedan alimentarse bien y disfrutar”.
El Grupo IAN exporta a países como México, Chile o Australia. Al margen de sus excelencias culinarias, ¿ha ganado peso España como potencia en agroalimentación innovadora? “Sabemos hacer muy buenos platos preparados. Los franceses fueron los pioneros, y de ellos aprendimos muchas cosas. Sin embargo, les hemos adelantado en calidad. En Carretilla accedemos a las mejores ‘materias primas’ de la ribera navarra: vegetales de proximidad y máximo valor sin dejar de sumar constantemente nuevas tecnologías que nos hacen aún mejores. En esa mezcla está la fórmula del éxito”.
Pachi Salcedo añade que juega a favor del Grupo vivir rodeados de un tejido industrial “muy desarrollado y potente”, centros especializados en el mundo de la alimentación y dos universidades que miran con acierto a el sector desde sus titulaciones. “Nos gusta trabajar en proyectos colaborativos, ya estén promovidos por el Gobierno de Navarra, CDTI (Ministerio de Ciencia e Innovación) o Europa. Por ejemplo, somos buenos en el desarrollo de productos y tecnologías de procesos, pero las universidades nos ayudan a completar nuestro conocimiento en aspectos nutricionales o en ir más allá en el estudio de los efectos que tienen nuestros productos sobre la flora intestinal. La idea es mejorar este impacto con nuevas recetas”.