Estos días está teniendo lugar en La Nave de Madrid el South Summit, encuentro líder del ecosistema global de la innovación y emprendimiento. Bajo el lema ‘In Motion’, esta XIV edición está centrada en el crecimiento sostenible, el impacto social de la tecnología y los avances más disruptivos en materia de innovación.
Con una lista 6.500 emprendedores, incluidos 21 unicornios; 2.000 inversores con un portfolio conjunto superior a 326.000 millones de dólares; y más de 600 ponentes, uno de los proyectos finalistas en la categoría ‘Fintech & Insurtech’ es Hulahoop. Creada en 2022 por ocho cofundadores y con Natasha Duran y Cristina de Vierna a cargo de la dirección, esta plataforma busca democratizar los servicios de inversión en la industria audiovisual para que particulares puedan apoyar de forma fácil, rentable y segura proyectos cinematográficos de creadores de contenido, directores y productores.
“Viniendo de la industria, nos dimos cuenta de que existe un gravísimo problema con la financiación que hace que el sector audiovisual, tanto en España como en Europa, no sea competitivo. No hay una financiación ágil, hay mucha estatal, de subvenciones o de incentivo fiscal, que están muy bien pero, a la hora de acceder a la inversión privada, siempre son los grandes fondos nacionales o internacionales los que vienen a invertir en proyectos de entretenimiento”, explica la Co-CEO de la firma Cristina de Vierna.
Así, en un ecosistema de emprendimiento nacional cada vez más maduro, esta joven startup, que si bien nació hace dos años y medio lleva poco más de un año de operaciones, cuenta con "características únicas como sello de identidad". Tratar de enfrentar esa eterna batalla de los problemas para financiar proyectos audiovisuales; su propia definición como fintech, que responde a través de una tecnología innovadora a la problemática; y, por si fuera poco, que al timón de la nave se encuentren dos mujeres.
Arranques de un camino en construcción
Ya lo decía el director Steven Spielberg: “En la industria del entretenimiento, todos buscan su próximo gran éxito. Pero alguien tiene que financiarlo primero”. De ahí las dos Co-CEOS de Hulahoop acortaron camino y se plantearon la pregunta ¿y si cualquier persona de la calle pudiera invertir en un proyecto cultural?
Aunque al principio quisieron gestionarlo a través de tecnología blockchain, pronto redirigieron su propósito para crear esta plataforma colaborativa de crowdfounding. Con una ronda inicial de financiación en la que consiguieron despegar con 550.000 euros, han conseguido encontrar un hueco en el mercado “validando rápido una idea que se pudiera comercializar y consolidando un equipo comprometido”.
El préstamo participativo cuenta con una tasa de interés fija, que va del 6% al 20%, y otra variable que dependerá del éxito de la producción. La inversión se concreta así a través de la plataforma, que permite aportaciones mínimas de 500 euros hasta 50.000, con una media de inversión que se sitúa entre los 1.000 y 1.5000 euros. A esto se suma la financiación tradicional de inversores grandes e institucionales, que suelen aportar cantidades entre los 50.000 y 300.000 euros.
Prevén duplicar facturación a cierre de 2025
En definitiva, la plataforma de Hulahoop agiliza y hace más eficientes y transparentes los procesos de financiación de los proyectos audiovisuales, favorece el acceso a información para la toma informada de decisiones y el análisis de datos para la evaluación de la viabilidad de cada propuesta.
Hablando de resultados, los frutos ya están llegando, lo que confirma la urgencia y necesidad de iniciativas como ésta para sostener la creación y proliferación de nuevas propuestas en el sector cultural. Solo durante el primer año recaudaron alrededor de 2,6 millones de euros y en este 2025 el pronóstico es llegar a los 11,8 millones de euros, con 130 nuevos inversores incorporados en los últimos 6 meses. Su apoyo ha ido destinado a iniciativas como la serie The man who died, de Finlandia y Japón; el Festival de Música Electrónica de Granada o la película española La fianza.
A nivel de facturación, en 2024 Hulahoop rozó los 300.000 euros y este año esperan que la cifra alcance los 800.000 euros. Con estas cifras, la startup ve que su idea tiene cabida y su afianzamiento será definitivo si consiguen una facturación regular.
El incentivo fiscal como motor de la industria cultural
El incentivo fiscal de cultura, -beneficio del Estado para promover la inversión en actividades culturales, al permitir que una empresa o autónomo pueda desgravarse un porcentaje de su declaración de la renta si invierte en cultura-, constituye el motor de la economía cultural en la actualidad. “Que un sector tan importante como el cultural pueda mantener su esencia al tiempo que opta a financiación privada, aportando una visión integral de negocio que hable de cifras, pero también de otro tipo de retornos es clave”, explica Cristina de Vierna.
Hoy gracias a Hulahoop, un proyecto que se suba a la plataforma puede conseguir en una semana la financiación que necesita para seguir adelante. Porque “no por ser cultura deja de ser rentable”. Para eso, debe existir una labor de “reeducar y apoyar al sector, también al inversor de a pie, para mostrar que el entretenimiento forma parte de las opciones de inversión”, añade la Co-CEO de la fintech. A la plataforma colaborativa se suma un software que facilita la consultoría a instituciones financieras y asesores fiscales para lograr acceder a estos incentivos fiscales a golpe de clic, agilizando los trámites administrativos y la gestión con la administración.
Esto lo consigue sirviéndose de la inteligencia artificial para la automatización y digitalización de los procesos documentales y administrativos, reduciendo los errores, pero también aliviando la carga operativa y potenciando la comunicación con inversores y otros agentes clave. Los próximos pasos y retos de esta startup son tantos como infinitos. Siempre pensando en cómo la tecnología puede ponerse al servicio de las necesidades de la industria cultural y audiovisual.
Por el momento, Hulahoop opera en formato Club de Inversión, a la espera de recibir la licencia de crowdfunding ya solicitada a la CNMV.