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Glioblastoma: una biopsia en 3D para atacar el tumor cerebral más agresivo

Carlos Barcia, investigador del INc-UAB. “Queremos conocer por qué nuestro sistema inmune es incapaz de controlar la expansión y el crecimiento del tumor”
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Imágenes en 3D del glioblastoma. (Imagen: UAB).

El abordaje del glioblastoma está en la lista de tareas de máxima complejidad a las que se enfrenta la ciencia. Se trata de un agresivo tumor cerebral para el que aún no disponemos de una terapia que lo erradique de manera completa y eficaz. Por su características celulares y genéticas, es un tumor que crece muy rápidamente y que invade el tejido cerebral sin control.

“A pesar de la resección quirúrgica de la masa tumoral, y además de la aplicación de quimioterapia y radioterapia, las probabilidades que de que el tumor vuelva a aparecer son elevadísimas”, explica a este diario Carlos Barcia, investigador delDepartamento de Bioquímica y Biología Molecular del Institut de Neurociències de la Universitat Autònoma de Barcelona (INc-UAB). “En base a lo que sabemos, el resto de unas pocas células del tumor inicial es capaz de volver a generar un nuevo tumor. Muy a menudo, esta segunda aparición es más resistente a los tratamientos convencionales”.

Biopsia 3D

Barcia y su equipo acaban de recrear con precisión las características del glioblastoma humano mediante un nuevo análisis microscópico en 3D. El estudio, publicado en Acta Neuropathologica Communications, servirá para mejorar el diagnóstico, buscar dianas terapéuticas y diseñar estrategias de inmunoterapia.  “Desde nuestro grupo, tan solo tratamos de entender una pieza de este complejo puzle. En concreto, queremos conocer por qué nuestro sistema inmune es incapaz de controlar la expansión y el crecimiento del tumor”, añade el investigador.    

A partir de esta nueva aproximación, los autores han podido demostrar las alteraciones de los capilares sanguíneos en el glioblastoma y comprobar que las anomalías en sus paredes no impiden que los linfocitos T (potencial defensa contra las células tumorales) puedan acceder a su interior, lo que es importante para el diseño y utilización de inmunoterapias dirigidas a las células dañinas.

“Estas técnicas nos permiten saber cómo está estructurado el tumor en su dimensión espacial. No solo por las células que lo componen, sino también por los vasos sanguíneos heterogéneos que lo irrigan y cómo están constituidos. Conocer esta posición espacial y elaborar un mapa de sus microambientes es fundamental para entender su agresividad y el por qué de la limitada eficacia de las terapias actuales”, apunta Carlos Barcia.

Según el investigador del INc-UAB, discernir la naturaleza de estos tumores implicará un mejor diagnóstico. “Es cierto que el beneficio directo de estos estudios sobre los enfermos no será inmediato, pero son esenciales para comprender las causas que hay detrás de terapias que no han funcionado. Por ejemplo, aunque ya se han comenzado a utilizar novedosas estrategias de inmunoterapia, estimulando los propios linfocitos, el conocimiento sobre la infiltración de este tipo de células en el tumor, cómo se activan, y dónde se albergan, es todavía muy limitado”.

Glioblastoma y tecnología punta

La visualización en 3D del tejido tumoral supone una ventaja sobre la visualización convencional en 2 dimensiones que habitualmente se realiza en los diagnósticos neuropatológicos. "Para su desarrollo hemos utilizado microscopía confocal, que permite un escaneo que abarca los tres ejes del espacio. Las imágenes, una vez capturadas, se procesan en diferentes programas informáticos para su tratamiento y reconstrucción tridimensional. Esto nos permite tener una visión espacial mucho más cierta y precisa de los tumores y de su composición celular”, detalla Carlos Barcia

El investigador Carlos Barcia. (Imagen: UAB).

El investigador indica que estos procedimientos aún no sol lo suficientemente rápidos para su uso diario en la clínica. “Sin embargo, los avances tecnológicos en este campo podrán facilitar su implementación en los estudios neuropatológicos del futuro”. Y es que Barcia recuerda que, pese a que la pandemia ha focalizado los esfuerzos en investigación, conviene no olvidar que existen numerosas enfermedades que siguen afectando a millones de personas. “El glioblastoma es sólo una de ellas. Necesitamos recursos para entenderlas mejor y alcanzar terapias eficaces”, concluye.

Referencia: Cribaro, G.P., Saavedra-López, E., Romarate, L. et al. Three-dimensional vascular microenvironment landscape in human glioblastoma. acta neuropathol commun 9, 24 (2021). https://doi.org/10.1186/s40478-020-01115-0 

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