En el año 2035, los europeos tendremos que reciclar el 65 % de lo que tiramos a la basura. De media, el 40 % del total, es materia orgánica. “O abordamos esta fracción o no cumpliremos con los objetivos de reciclaje de la UE, con las correspondientes multas que ello conlleva”, explica a Innovaspain Julio Aparicio, responsable de Innovación de Econward. El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico ha otorgado a la compañía el Premio Nacional de Medio Ambiente y de Energía en la categoría “María del Rosario Heras”.
La compañía ofrece una solución para mejorar la recuperación y valorización de los residuos orgánicos. “En definitiva, aprovechamos un residuo que, mayoritariamente, acaba en el vertedero”, añade Aparicio. “Es el ‘patito feo’ de los residuos. No olvidemos que, una vez en el vertedero, son una fuente de gases de efecto invernadero. Sin embargo, si los recuperamos, son residuos que tienen mucho que ofrecernos -compuestos, energía, nutrientes- y nuestra innovación ayuda a aprovechar sus virtudes”.
Para lograrlo, la tecnología que han desarrollado modifica las propiedades del residuo orgánico. “Esto supone la obtención de nuevas aplicaciones y una mejora de las ya existentes”, añade Aparicio. Un ejemplo: “En un proceso de biometanización, aportamos mayor estabilidad en los digestores y permitimos un importante incremento en la producción de biogás”.
Una tecnología única
La compañía trabaja dentro y fuera del laboratorio con dos líneas principales de I+D+i. Por un lado, Julio Aparicio alude al desarrollo de la tecnología que ha dado origen al BIOMAK®, el equipo de hidrólisis técnica capaz de gestionar los residuos orgánicos de una ciudad de 200.000 habitantes. “La mayor dificultad ha sido asegurar el rendimiento mecánico del equipo y la robustez necesaria para poder tratar cualquier flujo de residuos sólidos, independientemente de su composición, hasta lograr una vida útil estimada de 20 años”.
La integración de BIOMAK® - en la que llevan trabajando desde 2011- en una planta de tratamiento de residuos, potencia la producción de biometano, y evitar la disposición de materia orgánica en los vertederos. La empresa tienen una planta "showroom" en Rivas Vaciamadrid capaz de gestionar 6 toneladas de residuos por hora.
En Econward también investigan las distintas aplicaciones de la biomasa termohidrolizada. “Contamos con distintas líneas abiertas. Lo más complejo, por inversión de tiempo y recursos necesarios, es acometer el escalado industrial que valide las pruebas realizadas previamente en el laboratorio”.
El directivo considera que la respuesta del mercado a su propuesta es positiva. “Hay que pensar que el mercado existe, y tiene que abrirse gradualmente. Los cuadros técnicos de las empresas y administraciones se sorprenden con el nivel de madurez de nuestra tecnología. La termohidrólisis era un proceso contrastado a nivel teórico, pero necesitaba mayor desarrollo a técnico e industrial. Esto es lo que aportamos. Ahora sólo queda que los actores con capacidad de decisión dentro de las empresas y las instituciones se animen a dar el primer paso”.
EEUU, Europa y España
La empresa cruzó el Atlántico y trabaja en Estados Unidos, donde opera a través de la marca NOWON. La empresa está ubicada en California, “una de las puntas de lanza en protección ambiental”. Julio Aparicio admite que se trata de un mercado complejo. “Es enorme. Se generan muchos más residuos per cápita que en Europa, y los niveles de desarrollo oscilan mucho entre los diferentes estados”.
El responsable de Innovación de Econward detalla que la legislación reciente prohíbe la deposición de materia orgánica en vertederos estadounidenses. “Es un sector al que le queda mucho camino por recorrer, pero que va muy rápido. En estos seis años nos hemos convertido en el tecnólogo de referencia para el tratamiento de materia orgánica previo a la digestión anaerobia. Para ello, hemos tenido que hacer muchas pruebas con los principales actores del sector”.
En Europa, el Green Deal o las propias exigencias de acceso a los fondos de recuperación dibujan, a priori, un escenario idóneo para proyectos como el de Econward pero, ¿qué aspectos son mejorables? “El camino marcado por la UE favorece un cambio que, por otra parte, demandan la sociedad y el planeta”, opina Aparicio. “La gran barrera es la adopción real de nuevas tecnologías por parte de las empresas y las administraciones públicas”.
El directivo afirma que hablamos de un sector al que le cuesta innovar, donde la demostración tecnológica no es sencilla. “Europa está cambiando la forma de gestionar los proyectos de I+D+i. En lugar de financiar la etapa inicial, existe una orientación cada vez mayor hacia la aplicación práctica. El conocimiento ha de llegar al mercado. Introducir estos cambios implica un proceso lento y progresivo”.
A escala local, Aparicio cree que España va en la buena dirección hacia un nuevo modelo económico que considere la circularidad real de los residuos y con los agentes importantes alineados. El responsable de Econward se detiene en la publicación de la Hoja de Ruta del Biogás (marzo 2022) y en la reciente aprobación de la Ley de Residuos. “Podría haber un mayor nivel de detalle y objetivos más ambiciosos, pero, en general, avanzamos por el camino correcto. También es necesario imprimir mayor velocidad a los proyectos”, concluye.