Ashes to Life: cenizas que crean vida

Cuando Ashes to Life nació era "tan solo una idea de proyecto medioambiental", tal como lo describe su CEO y fundador, Alejandro de Antonio. "En aquel momento creamos una campaña de crowdfunding para poder comenzar su desarrollo pero no conseguimos llegar al objetivo". Dos años después, la startup no solo ha conseguido revertir la situación sino que ha logrado crear un modelo de negocio rentable basado en la economía circular .

Este concepto, donde todos los materiales se utilizan y se reciclan en su totalidad, es cada vez más apreciado en un mundo que se enfrenta a problemas como la escasez de recursos naturales y el cambio climático que entre otras cosas, está provocando el aumento de incendios forestales en el que miles de bosques de todo el planeta queden reducidos a ceniza. Ashes to Life se sirve precisamente de la ceniza de la cáscara de coco para la elaboración de sus productos cosméticos y de higiene, así como de otras cenizas de origen orgánico para la creación de diferentes accesorios.

"Tras un largo proceso de I+D+i, finalmente hemos logrado transformar la ceniza en productos de alta cosmética ecológica", comenta De Antonio. Estos productos están certificados por BioInspecta bajo la norma BioVidaSana en su máxima categoría como 'Producto Cosmético Ecológico I', lo que garantiza la trazabilidad y sostenibilidad de todos los ingredientes empleados y del respeto de los productos por la salud y el medio ambiente.

Recuperando y respetando el proceso histórico de fabricación del jabón que hace referencia a culturas antiguas como la babilónica, egipcia, griega y romana, Ashes to Life elabora sus jabones en un laboratorio de cosmética ecológica con el fin de garantizar un máximo beneficio para la piel. Como asegura De Antonio, los jabones ecológicos de la empresa presentan diferencias que los hacen "genuinamente únicos", tanto por formulación como por el método de elaboración: se han obtenido mediante materias primas con certificación ecológica; utilizan aceites esenciales puros y añaden ceniza que aporta a la piel sus principios activos minerales así como su capacidad exfoliante.

Proceso de elaboración

Para su elaboración, siguen el método tradicional de saponificación en frío, de esta forma, los aceites vegetales no son sometidos a altas temperaturas en ningún momento lo que les permite mantener todas sus vitaminas y poder antioxidante, además de conservar la glicerina generada durante el proceso. Esto hace que sus jabones sean humectantes, nutritivos e hidratantes para la piel, a diferencia de aquellos fabricados por saponificación en caliente (por encima de los 200ºC) que anulan por completo cualquier tipo de beneficio para la piel.

Un 2019 lleno de retos

La intención de Ashes to Life es ir más allá, desarrollando nuevos productos cosméticos, de higiene personal, doméstica e industrial elaborados con ceniza a través del I+D+i, que le permitan dar el salto y expandirse a otros mercados y segmentos.  "Nos encontramos en pleno proceso de desarrollo tanto de nuevas formulaciones de productos cosméticos ecológicos como de productos de higiene personal, doméstica e industrial, que nos permitirán dar el salto y expandirnos a otros mercados y segmentos, pero siempre utilizando la ceniza como base", adelanta De Antonio.

Por otro lado, los fundadores se encuentran trabajando en el proyecto de investigación medioambiental 'Ashes to Life Project', con el que quieren devolver la vida a los bosques que han sufrido incendios. Para llevarlo a cabo con todas las garantías, en los próximos meses comenzarán una búsqueda de empresas y organizaciones responsables que se sumen desde sus diferentes perspectivas y posibilidades. "Empresas y organizaciones que entiendan que, la consecución de un proyecto medioambiental como este, además de contribuir a la mejora de entornos naturales, les posibilita la durabilidad de su actividad empresarial que está asociada directamente a los recursos naturales", explica De Antonio.