Es una de las caras nuevas del área de infraestructuras de centros de datos de Lenovo en su división EMEA, una compañía referente indiscutible en ese mercado y, por consiguiente, uno de los termómetros más fiables del proceso de despliegue de servidores en nuestro país, marcado por la inteligencia artificial. Álex Bento, responsable de ISG en España y Portugal, insta a la Administración, principal comprador en 2025, a invertir con los fondos europeos, sin dejar de pensar en el momento en el que tenga que hacerse cargo de los equipos con sus propios recursos.
Pregunta: Lenovo ha realizado cambios en la cúpula española y EMEA del área de ISG (Infrastructure Solutions Group). Es un síntoma del momento en el que se encuentra el sector de los centros de datos.
Respuesta: Dentro de las cuatro divisiones de Lenovo, proporcionamos infraestructura a los hiperescalares, un ámbito que crece a doble dígito de forma continuada en los últimos años. Hace falta reforzar capacidades, cadenas de suministro, alianzas estratégicas y recursos humanos para dar respuesta al mercado.
Pregunta: ¿Cuáles son las claves para navegar ese mercado aparentemente desatado?
Respuesta: El número de unidades de servidores que se venden prácticamente permanece plano. De hecho, en 2024 decreció. Eso significa que, si existe una nueva carga, ya nace en el hiperescalar, esa la realidad de nuestro mercado. Pero por volumen de facturación sí existe un crecimiento. ¿De dónde sale? De la evolución de estas cargas tradicionales o de las nuevas dedicadas al ámbito de la inteligencia artificial, las que necesitan inferencia y aceleración gráfica. Ahí es realmente donde está el nicho de oportunidad en España.
"Conviene que la Administración tenga una visión largoplacista (...) porque cuando expire el ciclo de vida de la infraestructura informática, tendrá que renovarla con sus propios recursos"
¿Quién está tirando del carro? Los primeros seis meses lo está haciendo principalmente el sector público y hasta diciembre seguirá siendo así. Los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que se tengan que ejecutar en 2025 hay que facturarlos. El gran aluvión de contratación pública sostiene el número de unidades on premise y el crecimiento del importe medio por máquina. La Administración Pública está buscando adecuar esas cargas de trabajo de nueva generación con IA, tiene iniciativa y casos de uso. El precio por servidor sube porque deben tener esas capacidades más evolucionadas.
Pregunta: Cuando uno actúa porque hay fondos disponibles, a veces no toma las mejores decisiones.
Respuesta: A mi juicio, sí se están haciendo bien las cosas, porque la visión que se tiene es que se aprovechen estos fondos para cambiar la forma de operar, buscando que sea más cercana a los usuarios, tanto los contribuyentes como los propios funciones públicos. Por otro lado, se potencia el conocimiento entre las administraciones y entre éstas y las empresas y los ciudadanos. Y se está viendo también que con la tecnología se pueden generar más ingresos a través de la recaudación, reforzando la lucha contra la economía sumergida.
No obstante, conviene que la Administración tenga una visión largoplacista. Porque dentro de tres, cinco o siete años, cuando expire el periodo de amortización o ciclo de vida de la infraestructura informática, tendrá que acometer su renovación con sus propios recursos. Por eso, la Administración cada vez más mira a las eficiencias y ahorros que obtiene con estas inversiones.
Hay una demanda impresionante de capacidad en todo el mundo, a raíz del estallido de la IA, la cuestión es si en España se está actuando con visión estratégica no sólo en el sector público, sino también en el privado.
España busca convertirse en un espacio de datos que realmente marque presencia en la región sur de Europa. Los hiperescalares han abierto regiones en Zaragoza, en Madrid, y durante una fase temporal utilizan localizaciones de otras empresas hasta que tengan sus propios centros. El acceso a energía renovable, el hecho de que exista suelo y que todos los cables submarinos de conectividad lleguen a la Península potencian este tipo de iniciativas. Más que nadie, los hiperescalares tienen los casos de uso, porque sus clientes están on premise y buscan llevarlos a la nube. En segundo lugar, el entorno privado busca principalmente acceso al suelo y la construcción y acondicionamiento del espacio. Entidades como Merlin están por delante de las demás en Madrid, País Vasco y Cataluña.
"Los centros de datos compiten con la industria porque no se puede tensionar la red para no provocar caídas"
La tercera línea, que es la que más afecta a mi equipo, es la evolución de las cargas de trabajo con la IA. Los centros de datos actuales no están preparados para el suministro eléctrico ni para la refrigeración que necesitan estos equipos. Tienen mucha densidad de componentes, eso disipa mucho calor y no se refrigeran por aire, necesitan agua. Junto a todo ello, estamos viendo una tendencia grande hacia los centros de datos de proximidad.
Se está planteando el reparto de los puntos de acceso a la red eléctrica en España como una disyuntiva entre los centros de datos y la industria. Parece no entenderse que sin centros de datos de proximidad no hay industria 4.0.
La proximidad existe porque hoy se generan los datos en el borde, y estar cerca donde se genera el dato, procesarlo y devolver el análisis de este procesamiento es clave. Los centros de datos compiten con la industria porque no se puede tensionar la red para no provocar caídas, como las que ya se están produciendo en Aragón. Si un rack con capacidades de inteligencia artificial necesita 50 kW de refrigeración, y una Administración tiene a racks de 5 o 10, no está preparada para ello. Alguien tiene que dotarle por proximidad de esas capacidades. Hay que considerar, no obstante, el aspecto territorial de nuestra realidad en España: estamos viendo inversiones que tienen una parte tecnológica y también una parte política.
En materia de refrigeración es muy interesante el debate entre los proveedores de hardware y software. Cada uno propone soluciones por su lado. La alternativa mecánica, el agua, en la que Lenovo está bien posicionada, genera controversia.
La gran apuesta de Lenovo es una tecnología que llevamos desarrollado desde hace más de 10 años llamada Neptune. La tenemos implementada en España, por ejemplo, en el Barcelona Supercomputing Center y nos proporciona una ventaja ante los clientes que buscan este tipo de arquitecturas. Es importante entender, no obstante, nuestro rol en el ecosistema. Nvidia produce sus propios equipos y proporciona tecnología para que los OEMs puedan integrar y fabricar. Lenovo acoge esos componentes a nivel de ingeniería, los testea, los densifica al máximo para ocupar el menor espacio en el armario y garantiza que todo es interoperable y está refrigerado para tener la menor huella física y ser más ecofriendly. Buscamos lo mejor de cada mundo, en lugar de tener soluciones propietarias. Esa es nuestra aproximación.
"En el sector privado, vemos expansión en las farmacéuticas y en las utilities"
¿Cómo unimos la expansión de la infraestructura de centros de datos a los casos de uso reales? La clave, en última instancia, va a ser la adopción.
La tecnología existe y podemos tener una visión de para qué la queremos utilizar, pero está siendo difícil conectar los dos mundos. Los proyectos en los que estamos trabajando se mueven en entornos en los que hay usuarios maduros tecnológicamente, con matemáticos y científicos de datos en plantilla que saben qué hacer con la información. Por Lenovo está muy cerca de toda la red de alta computación tradicional que existe en España.
Del top cinco de entidades, tres usan tecnología de Lenovo. En el sector privado, vemos expansión en las farmacéuticas, que tienen también un grado de madurez importante, y en las utilities. Lo mismo sucede en los ámbitos de la Administración pública donde se dan grandes concentraciones de datos, como el sanitario, .
Pero ¿cómo llevamos todo esto al tejido productivo de pymes y a la industria?
No son casos de uso de informática, de IT, son casos de uso de OT, de operaciones. Y ahí es donde no estamos viendo ese acoplamiento. Hay que analizar cada vertical para poder dar un modelo de lenguaje más autocontenido, que tenga los parámetros adecuados para poder ver un mínimo viable en cada organización, con una visión que permita la hibridez pública y on premise, y que pueda correr en local por algún motivo de protección de datos, de cercanía, de I+D+i o de confidencialidad. Con eso, hay que diseñar soluciones mucho más entalladas versus las que proporcionamos a los hiperescalares. Esto es lo que estamos buscando.
"En España falta la visión en el sector privado de apostar por iniciativas que generen I+D+i y tengan un impacto económico a medio plazo"
Mi visión es que va a tardar en España todavía un año y medio o dos, hasta que vivamos realmente un aumento de producción óptimo, porque faltan empresas que desarrollen modelos como servicio, falta conocimiento de las skills, las constructoras tradicionales tampoco tienen capacidad para llegar a todo y falta la visión en muchos sentidos en el sector privado de apostar por iniciativas que realmente generen I+D+i y que puedan tener un impacto económico a medio plazo. De momento todo lo que vemos gira en torno a la productividad.
Estamos en una fase de transición, en efecto. La IA se contempla como una opción para mejorar herramientas, pero seguimos pensando igual que antes. ¿Cuál puede ser el impacto del edge computing, para acercar la inteligencia a la planta?
En Lenovo, nuestra visión es materializar y democratizar el uso de la inteligencia artificial en casos de uso. La tecnología ya existe, ahora se trata de ver cómo la aplicamos y la llevamos a la realidad. Queremos coger todas las capacidades centralizadas en los grandes centros de datos y traer esa porción que permite hacer el mínimo viable en el punto donde está el dato para ayudar a la toma de decisiones. Para lograr el cambio de mindset, el interlocutor debe recibir un mensaje que no sea solamente tecnológico, sino también de negocio, que aúne a los dos.
En este momento geoestratégico tan singular, ¿existe riesgo de nuevos cuellos de botella por el exceso de demanda, sobre todo de GPUs de Nvidia, pero en general por las circunstancias de aprovisionamiento?
En un servidor hay muchísimos componentes, desde placas base a memorias, discos, switches, conectores... Al fabricar sus propios dispositivos y controlar esa cadena de suministro, Lenovo tiene que hacer acopio de los distintos elementos. En el caso de las GPUs, Nvidia busca garantizar los tipos mínimos de entrega y de momento los respeta mucho. El cliente tiene que tener un poco de paciencia y a partir de ahí todo fluye. En cuanto a los otros componentes del servidor tratamos de llevar todo muy a rajatabla en la cadena de suministro y, de momento, las cosas están funcionando.