Greenpeace lleva años luchando por el abono único permanente, una propuesta de innovación sostenible que permitiría el uso de cualquier medio de transporte público en toda España, conseguiría un acceso más asequible al transporte público -reduciendo la congestión del tráfico-, disminuirían las emisiones de CO2 y mejoraría y facilitaría la movilidad en el país, con sus consecuentes beneficios ambientales y sociales.
Hace un año, el Gobierno de España implantó una serie de descuentos y abonos que hicieron que, según la oenegé, el número de viajeros aumentara -un 23,53% de septiembre del 2022 a mayo del 2023-. Además, se calcula un ahorro de 300 toneladas de CO2 al día. Así lo demuestra el informe ‘Viabilidad técnica y económica de un abono único de transporte en todo el Estado español’, que han utilizado para demostrar la viabilidad de este proyecto.
Cristina Arjona, responsable de movilidad de Greenpeace, indica sobre estos abonos que “los actuales descuentos han sido una buena experiencia piloto, han funcionado y han incentivado el uso del transporte público. Ahora es necesario tomar iniciativas para que esto sea permanente. En el inicio de la nueva legislatura y de cara a 2024 es necesario que se tomen decisiones sobre la continuidad de estos descuentos”.
Por otro lado, Arjona asegura que ”la estrategia de fomento del transporte asequible conseguida con los descuentos y abonos de transporte en este último año debe consolidarse y continuar. Han demostrado que un transporte público asequible es atractivo para la ciudadanía a nivel social y medioambiental”.
De ahí que Greenpeace haya lanzado una propuesta -que esperan que se establezca el año que viene-. Se trata de ’T-lleva’, un abono único permanente que sería viable “por 1 euro al día”. Explica que “permitiría a los usuarios utilizar todos los servicios disponibles, incluyendo autobuses, trenes, tranvías y otros medios de transporte público, fomentando así un cambio hacia medios de transporte más respetuosos con el medio ambiente”.
La premisa de la oenegé, desde hace tiempo, es que si el 5% de los desplazamientos en la UE que ahora mismo se hacen en coche se hiciesen en transporte público, “podríamos reducir las emisiones en 25 millones de toneladas de CO2”.
El proyecto de Greenpeace
¿Cómo se financiaría este abono T-lleva que propone Greenpeace? Siguiendo el ejemplo de Austria y Alemania, que ya han implantado un abono único, o Francia, que lo acaba de anunciar, o incluso Portugal que cuenta con un abono parecido. Y “sin suponer una carga para los presupuestos del Estado”.
“El coste estimado total de implantar un abono de 365 euros al año, sería de alrededor de 2.000 millones de euros al año, lo que corresponde, tal y como se estima en el informe, a una fracción de los subsidios perjudiciales para el clima que se conceden anualmente”, explican.
De hecho, en el informe se proponen diversas vías de financiación para respaldar la implementación del abono único. Una de ellas es que el tipo de IVA reducido se podría aplicar únicamente sobre los servicios de transporte terrestre de viajeros, “eliminando las exenciones de los modos más contaminantes”, apuntan, como puede ser la tributación de los combustibles de la aviación “que permitiría recaudar casi 5.000 millones de euros o el aumento general de la fiscalidad de los hidrocarburos”.
En cuanto al ahorro ambiental, esta fiscalidad verde, aseguran, “supondría una reducción de entre 5,3% y un 12,9% de las emisiones de CO2, a la vez que se aumentaría la recaudación. El dinero para un abono único de transporte está ahí, pero hasta ahora se ha gastado en subsidios que dañan el clima", sentencia Arjona.