Spika Tech no es una empresa tecnológica convencional. “Somos una compañía familiar. Mi marido siempre ha sido emprendedor y, por mi parte, fui profesora de física y química durante casi 40 años. En casa los experimentos eran parte de la vida cotidiana”. Así empezaba Esther Arnaiz su intervención en Female Founders Day 2025, celebrado ayer en el Ateneo de Madrid. La acompañaban en el escenario sus hijas Cristina y Alicia Zúñiga, que han llevado a Spika Tech las inquietudes y la curiosidad que protagonizaron su infancia y adolescencia.
La iniciativa tiene la vocación de impactar en una problemática global. “Solo en España, mueren cada año 63.300 mujeres debido a una arritmia cardiaca. Nuestra idea es salvar vidas, y para ello contamos con un equipo integrado por doctores, ingenieros o matemáticos que desarrollan algoritmos útiles para la detección temprana de las arritmias, sirviéndose de distintas tecnologías disruptivas como la IA, la realidad virtual o la realidad aumentada”, detallaba Esther Arnaiz.
VR CARDIO
“VR CARDIO es el producto estrella de la empresa”, aseguraba Cristina Zúñiga en alusión al dispositivo médico que han creado para la detección temprana de arritmias. La emprendedora explicaba la cronología habitual ante la sospecha de un problema cardiaco. “Cuando nos duele el pecho vamos al cardiólogo, nos hacen análisis de sangre y un electrocardiograma. Si nos detectan, por ejemplo, una fibrilación auricular, es probable que debamos someternos a un cateterismo”.
Esta intervención requiere anestesia general. “El catéter viaja por la arteria femoral hasta llegar al corazón. Una vez allí, el cardiólogo debe leer en una pantalla 2D los impulsos de corazón para tratar de identificar el área donde se origina la arritmia y, con suerte, proceder a una ablación para quemar la parte afectada. Es muy complicado”.
Zúñiga advierte que, después de esta intervención, las posibilidades de que el problema no se haya resuelto son del 50 %. “Seis meses después, el paciente puede tener que volver a pasar por el quirófano. Nos preguntamos si no habría una forma más segura, humana y con menos riesgo de detectar la arritmia”.
VR CARDIO es un sistema de navegación cardiaca puntero, no invasivo, capaz de hacer un mapeo del corazón con una visión holográfica estereoscópica tridimensional del corazón en 360 grados. “Combinamos realidad virtual, inteligencia artificial, realidad extendida, electro y algoritmos matemáticos profundos”. Spika Tech lleva a cabo una reconstrucción anatómica y eléctrica para evaluar la presencia de algún tipo de arritmia. “El electrocardiograma convencional detecta la arritmia, pero no localiza su origen. Es ahí donde reside la principal ventaja de VR CARDIO”.
Más ventajas
“En 2025, con tanta tecnología disponible, no tiene sentido que la medicina siga ‘congelada’ en la adopción de nuevas soluciones”, aseguraba Cristina Zúñiga. “VR CARDIO reduce riesgos innecesarios a través de la detección. Solo terminan en ablaciones los casos que lo necesitan. Eliminamos la incertidumbre que genera falsos positivos o falsos negativos”. El dispositivo mitiga los costes de una intervención “muy cara y muy habitual” en los sistemas de salud públicos y privados. “Además, no es invasivo porque el paciente simplemente tiene que ponerse un chaleco para someterse a las pruebas de detección”.
La tecnología de VR CARDIO está patentada y el dispositivo está certificado con el marcado CE además de cumplir el reglamento europeo de los componentes médicos. Ya ha sido testado en España por un nutrido grupo de clínicas y ha recibido el reconocimiento del MWC o el Ayuntamiento de Madrid. A nivel financiero, un hito fue contar con la ayuda del EIC Accelerator.
Salto a la defensa europea
Pero la compañía quiere diversificar la utilidad final de su tecnología. Alicia Zúñiga ha explicado cómo Spika Tech no solo salva vidas desde el sector salud. “Contribuimos a la defensa europea y a una Europa más segura como integrantes de cuatro proyectos: Cassata, EISNET, REACT II y SESIOP. “En todos ellos aplicamos el ADN tecnológico que dio como resultado VR CARDIO”.
Según Zúñiga, “para confiar en la tecnología, primero hay que comprenderla”. En el sector de la defensa ofrecen sus progresos en visión artificial, algoritmia avanzada, realidad mixta, extendida y táctica; robótica y autonomía. “Ayudamos a transformar los datos en decisiones y a que las misiones sean más seguras y eficientes, involucrando menos a las personas. La defensa no es solo militar, también consiste en aportar estabilidad y en cuidar mejor a las personas. Cuando Europa se une y personas con conocimientos multidisciplinares cooperan podemos conseguir cosas muy grandes. Todo ello sin olvidar que la excelencia, la visión y la estrategia no tienen género”.
