Chile ya es, oficialmente, el país número 44 que se integra en el Programa Eureka. Lo hace como asociado y, de esta manera, se erige como el primer miembro latinoamericano de esta red internacional para el fomento de la innovación empresarial. La incorporación de Chile supone el primer hito de la nueva Estrategia de Internacionalización de Eureka 2025, que también ha servido para poner el colofón a la presidencia de turno que España ha ostentado durante un año.
Luis Felipe Céspedes, ministro de Economía, Industria y Competitividad de Chile, ha afirmado que la entrada de su país en Eureka es “una gran oportunidad de colocar la innovación en el centro de la estrategia de crecimiento de nuestras empresas”. Asimismo, lo ha interpretado como “un reconocimiento a los programas y los distintos instrumentos en materia de innovación que nosotros hemos estado implementando” y que ha hecho que el país haya “avanzado de manera significativa”.
En opinión de Céspedes, ahora el reto de Chile pasa por “seguir generando el mayor crecimiento y aumentando su productividad”. Para ello debe afrontar importantes retos desde el punto de vista de la investigación, el desarrollo y la innovación “en sectores clave de nuestra economía como por ejemplo los alimentos saludables, la minería, el turismo…”. En definitiva, ha apuntado que se trata de resolver con éxito los desafíos tecnológicos que se les plantea a los sectores estratégicos de la economía chilena.
Conexión con Latinoamérica
Con su entrada en la Red Eureka, el Gobierno de Chile estima que podrá financiar una treintena de proyectos innovadores al año. Será el primer país latinoamericano que se integre en este programa y eso, ha destacado Céspedes, le hará “jugar un papel importante” al servir “como puerta de entrada y conexión con Latinoamérica”.
En este sentido, ha puesto en valor la oportunidad que supone para avanzar en el proceso de internacionalización de las empresas, así como “en la generación de valor”. Uno de los elementos centrales que tiene la economía chilena, ha declarado, “es el desafío de la productividad; para ser más productivos tenemos que ser capaces de innovar, de hacer cosas distintas, de dar oportunidad al talento”.
A su juicio, eso pasa por “el apoyo que se le da al emprendimiento innovador” en Eureka. De hecho, parte importante del desafío que tienen economías como la latinoamericana, “es darle la posibilidad a esos emprendedores innovadores y dinámicos de crecer independientemente de la región o el país”. Una “democratización del emprendimiento y la innovación” que, ha concluido, es fundamental.