Hace tiempo que la compra pública de innovación aparece una y otra vez como el gran recurso a desarrollar por la I+D+i española. Una nueva figura que, aunque tímidamente, va avanzando y afianzándose de la mano de administraciones como por ejemplo el Ayuntamiento de Gijón. De la mano de su organismo Gijón Impulsa, ha lanzado una licitación a través de un proceso de este tipo para adquirir una Herramienta de Análisis Inteligente de Datos.
Pero, ¿qué es exactamente la compra pública de innovación, por qué es importante y qué hace falta para apostar más por ello? De todo eso hemos hablado con Rubén Hidalgo, director gerente de Gijón Impulsa, quien también ha explicado en qué consiste la herramienta licitada.
¿Qué es la compra pública de innovación y por qué es importante apostar por ella?
La compra pública de innovación es un instrumento clave de fomento de la innovación. A través de este tipo de compra pública se pretende satisfacer una necesidad a partir de una solución innovadora. Debemos destacar que la compra pública representa el 18-20% aproximadamente de nuestro PIB. Con los problemas que tenemos actualmente de falta de inversión en investigación por un lado y de falta de aplicabilidad de las investigaciones que generamos por otro, la compra pública de innovación representa una oportunidad de elevar la capacidad de gasto en innovación aplicándola directamente a través de la compra pública. Esto, además, dota de menores tiempos de respuesta para los servicios públicos al no tener que esperar a productos de mercado para entender cómo pueden usar la tecnología en la consecución de sus objetivos.
La Compra pública de innovación tiene cuatro objetivos principalmente: mejorar los servicios públicos mediante la adquisición de bienes y servicios innovadores; impulsar la innovación desde el lado de la demanda; estimular la innovación en el tejido empresarial y fomentar la internalización de la innovación a partir de la utilización del mercado público como plataforma de lanzamiento de bienes y servicios.
Sin embargo, en España aún es una excepción esta fórmula de I+D+i
Tiene que ver con una falta de agenda contundente, ahí tenemos toda la tracción que podemos tener con una buena agenda digital. En un contexto de incertidumbre en los presupuestos públicos, en las mesas de negociación, este tipo de fórmulas o de herramientas no están en el debate. La financiación de la investigación, la fiscalidad de la innovación empresarial, la progresividad fiscal para las actividades emprendedoras, al no estar en primera línea y carecer de agenda, queda a criterio individual de los agentes públicos desarrollar este tipo de fórmulas.
En un momento en el que la economía tira hacia el emprendimiento y la revolución digital es un hecho, ¿se puede entender la I+D+i sin la compra pública de innovación?
La economía siempre ha tirado hacia el emprendimiento, el cambio ahora es que la destrucción creativa ocurre cada mucho menos tiempo, el acceso a la tecnología a nivel mundial es mayor y el resultado es que la vida media de las empresas se acorta. Para mantenerse en esta carrera cada vez más acelerada, tienes que tener una administración demandante tanto de investigación como de innovación. Siempre ha sido indispensable, pero con este cambio de marcha en los tiempos en la innovación, es una emergencia. Sin investigación no se desarrolla capacidad tecnológica, sin innovación no se usa de forma creativa y útil esa tecnología desarrollada.
Además, interesa apostar por ella porque el destinatario último de estas innovaciones es el ciudadano.
La innovación es, en esencia, el uso social de una nueva forma de hacer las cosas, normalmente combinando conocimiento de forma creativa. El uso cada vez más eficiente de la energía, la movilidad, el uso eficiente del suelo urbano y rural, el propio servicio administrativo… todo tiende al uso intensivo de la tecnología en favor de una mejor experiencia de usuario. Es urgente que la administración aprenda a trabajar en un entorno de innovación y desarrollo tecnológico.
Un ejemplo de esto último es la compra pública de innovación que ha hecho el Ayuntamiento de Gijón a través de Gijón Impulsa. Habéis licitado una herramienta de análisis inteligente de datos. ¿En qué consiste y qué aplicaciones prácticas tendrá?
La herramienta persigue la explotación de datos generados en la propia actividad del tejido económico de la Ciudad de Gijón en favor de nuevos servicios. ¿Qué empleos están creciendo? ¿Con qué competencias? ¿Cómo evolucionan los distintos subsectores de actividad? ¿Dónde se está dando mayor mortandad empresarial? ¿y menos? Para nosotros: ¿cómo podemos modelar predicciones para distintos programas de desarrollo económico y predecir el impacto?
Y con esta acción, decís que Gijón es la primera entidad local en licitar a través de un proceso de Compra Pública de Innovación…
La primera que crea un procedimiento interno para intentar estandarizar esta forma de comprar como un estímulo más de la innovación con las ventajas que ya hemos comentado. Estamos a mitad del camino, el trabajo vendrá en cómo somos capaces de trabajar en la administración pública con la incertidumbre de un proyecto de innovación.
De momento lo habéis licitado. Pero, ¿cuáles son los pasos a seguir?
El esquema de fases que conlleva una compra de este tipo ordena desde un momento temprano la necesidad y la búsqueda de soluciones, además de estimular el tejido empresarial para que desarrolle productos y servicios innovadores que satisfagan las necesidades del territorio. Podemos agrupar las actuaciones en nuestro proceso en cinco fases: Preliminar, Consulta al Mercado, Licitación, Seguimiento de la ejecución del contrato y Entrega de la herramienta, en este caso.
Todas las actuaciones que se desarrollan en estas fases siguen las premisas de ejecución siguientes: Partimos de la realización de un diagnóstico de las necesidades detectadas para, a continuación, efectuar un sondeo del mercado sobre posibles soluciones. Una vez evaluada la información facilitada por el mercado, se realiza el diseño de unas especificaciones técnicas basadas en la confluencia de las necesidades detectadas y la información que facilita el mercado para posibles soluciones. A partir de estas especificaciones, se implementa la estrategia de compra y se realiza el proceso de licitación, en el cual estamos actualmente inmersos. Las fases posteriores que llevaremos a cabo implican, tanto el seguimiento del cumplimiento del grado de innovación requerido en la licitación como la puesta en servicio de la herramienta.
Nuestro proceso de compra pública de innovación tendrá un efecto multiplicador importante para la utilización de este tipo de proceso en los diferentes departamentos municipales. Esta primera iniciativa servirá como experiencia piloto para su posterior escalabilidad.