Los radares y los sistemas LiDAR, tecnologías claves para el transporte autónomo y la vigilancia medioambiental, ahora tienen una opción para ser más precisos gracias a una nueva investigación de la UPV. Concretamente, es un equipo de internacional de investigación —la misma UPV, a través de Photonics Research Labs-iTEAM, dos universidades chinas y otra canadiense— que se ha dedicado a estudiar un concepto de simetría en el tiempo.
Se llama también «simetría de paridad- tiempo (PT)» aplicado a sistemas de barrido de frecuencia. Su propuesta permite reducir hasta 14 veces el ancho de línea de las ondas generadas, pudiendo obtener así señales más estables y precisas respecto a las que se obtienen con sistemas convencionales.
«Es una tecnología que se llama oscilador optoelectrónico, que combina una parte fotónica y la parte optoelectrónica para generar una señal muy pura. Que se necesita para muchas aplicaciones: se utiliza para, sobre todo, aplicaciones de medida y de calibración. En este contexto nuestro, en particular, lo que hemos hecho ha sido desarrollar una tecnología que permite, combinando un resultado anterior que teníamos, hacer un oscilador muy compacto y con mucha pureza espectral», explica José Capmany, director del Photonics Research Labs-iTEAM de la UPV y cooautor del trabajo —recientemente publicado en Nature—.
Pero esa técnica para radares, según él, era estática, no permitía barrer en frecuencia. «Lo que hemos hecho ahora es desarrollar o hacer en esa misma técnica una nueva variante donde sí podemos barrer la frecuencia dentro de un rango muy amplio, que por ejemplo incluye la banda de microondas».
Para qué sirve
Capmany cuenta que uno de los ámbitos donde esta tecnología puede tener un impacto inmediato es en el transporte autónomo. «Los sistemas LiDAR son esenciales para la navegación y detección de obstáculos en estos vehículos. Con nuestra tecnología, al aumentar su precisión, podrán identificar y responder a su entorno con mayor rapidez y exactitud, lo que contribuiría a su desarrollo e implantación a escala global», asegura.
«Por lo tanto —continúa—, aplicaciones interesantes hay, sobre todo estamos pensando para aplicaciones de tipo rada, que a veces necesite un radar para movilidad en automóviles y para detección de objetos o movimiento. Es la aplicación más importante, aunque no la única para sistemas de exploración electromagnética, donde lo que hacemos es ir cambiando la frecuencia de la portadora de la señal que barre e ir obteniendo respuestas de lo que queremos detectar o sensar a distintas frecuencias».
Por otro lado, estos sistemas avanzados de radar ayudarán a realizar estudios «más detallados» del entorno y responder de forma más eficiente a emergencias ambientales. «Facilitará el rastreo de objetos en movimiento, así como la detección y monitorización de cambios ambientales, como patrones climáticos o el seguimiento de fauna en áreas de difícil acceso», indica el investigador de la UPV.