En 1968, un grupo de ganaderos decidió fundar una cooperativa en el Cerrato palentino para dar valor a su leche. Medio siglo después, aquel proyecto local se ha convertido en la mayor cooperativa quesera de España. Quesos Cerrato es parte del portfolio de Agropal Grupo Alimentario. Su esencia no ha cambiado: respeto al origen, tradición artesanal y arraigo al territorio. Pero a esa base se suman innovación, sostenibilidad y visión de futuro. “Uno de los principales valores de Quesos Cerrato es que son los propios socios de la cooperativa los que producen la materia prima: leche de oveja, vaca y cabra que la cooperativa recoge cada día y la transforma en quesos llenos de personalidad”, explica César Reales, director general de Agropal.
Sobre esa tradición se ha construido una gama de quesos cada vez más amplia. Por un lado, la gama tradición, que mantiene vivas las recetas originales. Por otro, la gama placer, donde innovación y creatividad se dan la mano. Quesos como el Cerrato Umami han sorprendido a críticos y consumidores, y la última incorporación ha marcado un hito: la variedad de queso con avena, que ha recibido el reconocimiento Sabor del Año Top Innovación 2025. “Estamos muy orgullosos de que este queso haya sido seleccionado por los consumidores, lo que representa un reconocimiento especial por parte del jurado más exigente: los consumidores”, subraya Reales.
“Trabajamos para dar respuesta a la creciente demanda de alimentos más saludables y sostenibles”
La innovación es uno de los ejes estratégicos de Quesos Cerrato. “Consideramos que es la herramienta clave para aportar beneficios a nuestros clientes y valor a los consumidores”, afirma el director general. El queso con avena es ejemplo de esta filosofía: “Combina de manera equilibrada los valores nutricionales del queso y de la avena hasta obtener una propuesta de sabor única y cualidades nutricionales excepcionales”. Una apuesta que responde a una tendencia clara del mercado: “Cada vez crece más el interés por quesos con menos sal o grasa, versiones sin lactosa o elaborados con leches alternativas que aportan más digestibilidad y valor nutricional”.
La apuesta de estos quesos no se limita al producto. La sostenibilidad es parte de su identidad. “Seguimos un modelo cooperativo europeo que integra toda la cadena de producción alimentaria para garantizar la trazabilidad total desde el origen hasta el producto final, controlamos el proceso de producción desde el origen: la semilla de los cereales, alfalfa y otros forrajes que utilizan los socios para obtener sus cosechas”. El proceso es circular: desde el cultivo de cereales y forrajes por parte de los socios hasta la alimentación del ganado y la recogida diaria de la leche. “En menos de 24 horas la leche recogida de las granjas de los socios se ha transformado en queso”, añade.
“Contribuimos a mantener la población en pequeños pueblos de Castilla y León y Cantabria”
Todo ello con un uso responsable de los recursos, ya que aprovechan la energía generada en la caldera de biomasa, alimentada con la paja de cereal de sus socios, y la energía eléctrica producida mediante placas solares. La sostenibilidad se extiende también a los envases, apostando por envases reciclables y fomentando su correcta gestión, impulsando el desarrollo de plásticos más sostenibles y explorando materiales alternativos.
Más allá de lo económico, el proyecto tiene un fuerte impacto social. “Somos un modelo de dinamización rural”. Situados en Baltanás, contribuyen a mantener la población en zonas rurales marginadas y pequeños pueblos de Castilla y León y Cantabria. Este arraigo es, para Reales, una garantía de futuro: “Nuestro empeño es añadir valor a las producciones lácteas de los socios ganaderos elaborando quesos únicos y exclusivos de gran calidad, adaptados a los gustos y las necesidades de la sociedad actual”.