El pasado mes de diciembre el Consejo de Ministros dio el visto bueno al proyecto de Ley de Movilidad Sostenible. Si todo transcurre según los planes del Gobierno, se aprobará a lo largo de este año. El objetivo de la nueva normativa es disponer de una herramienta fundamental para promover la descarbonización y digitalización del transporte, contribuyendo a lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Pero qué papel juega la innovación?
A priori, fundamental. Especialmente si se tiene en cuenta que la innovación juega un capítulo entero en la nueva ley. 'Innovación, digitalización y formación en el transporte y la movilidad' es un apartado que, de materializarse en plenitud, podría situar a España a la vanguardia de otros países europeos referentes en movilidad sostenible. A falta de conocer las iniciativas concretas en esta parcela, la innovación en la Ley de Movilidad Sostenible se guiará por la seguridad, el uso responsable de las tecnologías, la promoción de la sostenibilidad en el transporte y la movilidad, la mejora de la eficiencia en el transporte, y la contribución a que la garantía del derecho a la movilidad sea efectiva.
Existirá un espacio controlado de pruebas –una especie de Sandbox– para la movilidad. En este sentido, se contará con una Bolsa de Expertos seleccionados por la Oficina de Expertos en Movilidad –podrán venir tanto del sector público, como del ámbito universitario o del sector privado– de donde se elegirá a los profesionales más adecuados para cada proyecto. Como han comunicado fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se está haciendo especial hincapié en potenciar proyectos de I+D+i que den solución a los retos actuales. Por ejemplo, en España el 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden del transporte, cinco puntos más que la media europea.
"La norma regulará soluciones innovadoras como el transporte a la demanda, los coches compartidos, el uso temporal de vehículos o la regulación básica del vehículo autónomo, y fomentará la digitalización y la promoción de datos abiertos tanto de administraciones, como de gestores de infraestructura, operadores públicos y privados", revelan estas mismas fuentes.
La futura Ley de Movilidad Sostenible introduce los principios que deberán seguir las administraciones para regular y promocionar la introducción progresiva de los vehículos automatizados o sin conductor en el sistema de transporte, en todos los modos, priorizando la seguridad, la sostenibilidad ambiental, los derechos de las personas y fomentando la colaboración público-privada. En el caso de automóviles autónomos, el texto establece una ventanilla única para facilitar la realización de pruebas en vías públicas, lo que pretende atraer a nuestro país la innovación en este ámbito, y se abre la puerta a que se desarrolle una regulación más detallada.
Digitalización del transporte
Digitalización, automatización y datos abiertos. Estos tres conceptos protagonizarán esta década en diversos sectores. En la movilidad tampoco se han hecho esperar. La Ley de Movilidad Sostenible aborda la regulación en todos ellos con el fin de disponer de información en formato digital que permita que desde las administraciones públicas se tenga un mayor conocimiento del sistema de transportes y movilidad.
Más allá del control de datos en beneficio de la sociedad, el Gobierno busca favorecer la investigación, la creación de nuevos desarrollos y negocios a partir de todos estos datos que se generan en el ecosistema del transporte y la movilidad. En el plazo de 12 meses tras la entrada en vigor de esta ley, el Gobierno desarrollará reglamentariamente el modo de utilización de los datos del Punto de Acceso Nacional de Transporte Multimodal.