De vehículos híbridos no enchufables a pequeños aparatos eléctricos, como pueden ser los robots aspiradores o los taladros electrónicos. Todo puede aprovecharse para obtener materias primas críticas, esenciales para el desarrollo industrial y económico. Recrimat es un proyecto del ITC que pretende precisamente eso: recuperar y aprovechar estas materias, de las que hay dependencia de otros países, generando un riesgo para la competitividad de la UE.
Marta Rodrigo, responsable del Laboratorio Electroquímico del ITC, explica que desde Recrimat se pretende abordar una de las principales preocupaciones que tiene Europa, y es la escasez de materias primas críticas, «que son esas materias primas críticas, que son esas materias primas que tienen una elevada importancia económica y un riesgo elevado de suministro, como puede ser el caso del níquel o las tierras raras o el grafito natural».
El proyecto Recrimat pretende abordar esta problemática desde dos puntos de vista. «Por una parte —cuenta—, mediante la recuperación de níquel y tierras raras a partir de residuos electrónicos, más concretamente baterías níquel metal hidroduro, que son esas baterías que nos encontramos en los vehículos híbridos no enchufables o en pequeños aparatos eléctricos, como por ejemplo los robots aspiradores o los taladros electrónicos».
Y, por otra parte, mediante la optimización de procesos de fabricación de grafito sintético, que pueden ser establecidos dentro de Europa. «Para, de este modo —continúa—, disminuir el consumo de grafito natural». Con el reciclaje de residuos electrónicos consiguen, por una parte, disminuir ese volumen de residuos generados que, además, es un residuo tóxico. «Y, por otra, conseguimos una fuente secundaria de materias primas que pueden ser utilizadas en la fabricación de nuevas baterías o reintroducidas en otros sectores».
Especificaciones de Recrimat
En este contexto, «nos planteamos innovar para ayudar, mediante el reciclaje de materiales electrónicos, a buscar soluciones para reducir la presión sobre la extracción de recursos minerales y contribuir a la transición energética».
Cuando Rodrigo se refiere a «otros sectores» apunta al sector cerámico, gran consumidor de diferentes materias primas, y que es uno de los principales beneficiarios de las soluciones que ofrece Recrimat. «Por ejemplo, la recuperación de óxidos de elementos utilizados en la fabricación de pigmentos cerámicos permitirá optimizar el consumo de estos recursos y fomentar la sostenibilidad del sector".
Al fin y al cabo, el proyecto identifica residuos que presentan materias primas críticas y desarrolla tratamientos físicos y químicos que permiten recuperar dichas materias primas y estudiar y desarrollar procesos de obtención de grafito artificial a partir de coque de petróleo para su uso en baterías ion-litio.
Los resultados, obtenidos este verano, han sido tres: se ha conseguido el desarrollo de un método de recuperación de Ni y tierras raras (La, Pr, Ce, Nd) a partir de baterías Ni-MH. El desarrollo de un método de recuperación de Sr y Ba a partir de pantallas de ordenador. Y, por último, la optimización de un proceso de fabricación de grafito sintético a partir de coque de petróleo calcinado de características adecuadas para ser utilizado en la fabricación de baterías ion-litio.