“Es la primera vez que hay una ley para conservar la naturaleza y restaurarla. Había directivas, reglamentaciones, pero nunca una ley”, explica Vanessa Sánchez, coordinadora de Proyectos de Fundación Global Nature, sobre el acuerdo clave para una Ley de la Restauración de la Naturaleza.
Esta propuesta de ley empezó hace dos años, cuando la Comisión Europea comenzó una propuesta de ley con una serie de objetivos para restaurar el 30% de los ecosistemas europeos antes de 2030.
“La importancia es que esta ley tiene rango de ley; es decir, que se traspone a los estados miembros. Y que la Comisión Europea propone restaurar la naturaleza en espacios naturales más allá de la Red Natura 2000”, nos indica Sánchez. Es más: “Hay un artículo específico para restaurar ecosistemas marinos y terrestres pero la Comisión intentó restringirlo y de nuevo la votación del Congreso recuperó la estabilidad para cubrir esos objetivos de restauración”.
Según ella, la Ley de Restauración debería importar a la sociedad porque actualmente nos encontramos en una crisis climática y de biodiversidad. “Es lo que nos dice la ciencia, los científicos avisan de que estamos en una crisis de biodiversidad sin antecedentes. Una extinción masiva a un ritmo nunca antes conocido. Los insectos polinizadores están desapareciendo. En los 80 viajabas y el parabrisas se llenaba de mosquitos. Ahora haces un viaje y alguno cae. Si hay suerte. Es algo que se puede comprobar fácilmente”.
“La biodiversidad lo es todo”
Sánchez declara que “la biodiversidad lo es todo, no tendríamos ni seguridad alimentaria, ni nada. Hay cientos de artículos que nos vienen a decir que como no haya biodiversidad perderíamos desde variedades enteras hasta el grupo de polinizadores sin los cuales la agricultura se encarecería hasta que las producciones no fueran viables”.
Del mismo modo, avisa que en España, si destruimos nuestros recursos, no tendremos con qué cultivar. “esto va bastante relacionado con el agua, ya que esta ley tiene un objetivo propuesto en la Comisión: restaurar cursos fluviales que fluyan a 25.000 kilómetros por toda Europa. Es básicamente devolver la naturaleza a los ríos”.
Muchas veces, desde los lobbies agrarios se asegura que organizaciones como Global Nature se destruyen embalses y demás. Nada más lejos de la realidad. “Pero sí que hay infraestructuras obsoletas a lo largo de los ríos que, si se restauran, tendremos un ciclo del agua que pueda mantener acuíferos”. Básicamente, es mantener ecosistemas que, si “tuviéramos que pagar por ellos, cambiaríamos de opinión”.
Un humedal, por ejemplo, evita grandes inundaciones. Mantener espacios verdes ayuda a que tengamos microclimas saludables y a mejorar la calidad del aire.
“Todavía no está concretada la ley, las negociaciones, pero a finales de noviembre el texto volverá a votarse. A finales de este año podremos tener una nueva ley. El Parlamento europeo todavía puede desecharla… Pero es una gran noticia”.