Científicos del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) están investigando si el consumo de cerveza sin alcohol conlleva beneficios a las mujeres menores de 40 años con disfunción ovárica.
Por ello, desde el pasado mes de marzo han monitorizado a mujeres, con y sin disfunción ovárica, a fin de identificar los efectos de esta bebida ingerida de forma moderada, así como su relación con la actividad física y la nutrición.
“Hay diversos estudios que han correlacionado de manera benéfica el consumo moderado y habitual de la cerveza con buenos parámetros hormonales”, afirma Eunice Medina Díaz, académica del Departamento de Farmacobiología del CUCEI. Según afirma esta doctora, su trabajo se ha centrado en mujeres jóvenes con mucho estrés”.
En la actualidad cuentan con 60 voluntarias de entre 18 y 40 años. Con apoyo de médicos y nutricionistas, son evaluadas en su estado nutricio y de salud. Una parte de las personas de esta muestra tiene una ingesta moderada de cerveza sin alcohol, además de recomendaciones alimenticias y de actividad física. Cada mes se les realizan estudios químicos para conocer sus mejoras físicas, su presión arterial y su perfil ovárico.
Se cree que los fitoestrógenos presentes en la cebada o los antioxidantes que están en el lúpulo pueden ayudar a mejorar esta condición y, en general, el estado de salud, sin necesidad de medicamentos.
“Diversos estudios han manifestado que los componentes que tiene la cerveza, como en este caso antioxidantes y fitoestrógenos, pueden regular de manera positiva el estado hormonal de una mujer”, apunta Medina Díaz. La investigación pretende concluirse a finales de 2019, fecha en la que podría haber resultados.
La disfunción ovárica se caracteriza, entre otras cosas, por ciclos menstruales largos o cortos, y por dolor, en algunos casos. Tiene como causas el estrés, la baja actividad física, una inadecuada alimentación, genera obesidad, acné, crecimiento de vello facial y hay propensión de mareos y náuseas.