Durante años se ha estado repitiendo el mantra de que los virus eran cosa de Windows, que no afectaban a ningún producto Apple. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que ningún sistema está completamente a salvo y los MacBooks, pese a su arquitectura robusta, también se están viendo comprometidos. Sus síntomas suelen ser más sutiles que en otros entornos, obligando al usuario a estar especialmente atento a las señales.
Además del malware clásico, son susceptibles de contraer adware (software financiado por publicidad), extensiones no deseadas, software espía o pequeños procesos ocultos que consumen recursos sin que el usuario lo perciba a simple vista. Por eso, los consumidores deben buscar métodos fiables y seguros con los que poner su equipo en orden. Una opción eficaz, especialmente pensada para el entorno Apple, es esta guía sobre cómo eliminar virus en Mac con CleanMyMac, que explica de forma detallada cómo analizar el sistema, detectar amenazas reales y eliminarlas sin tocar los archivos importantes.
¿Qué señales indican que un Mac está infectado?
Si notas que el ventilador de tu MacBook se activa más de la cuenta, o que el navegador abre pestañas inesperadas, podríamos empezar a sospechar de una infestación. En ocasiones, incluso los equipos de alto rendimiento comienzan a responder con lentitud, se bloquean al usar aplicaciones básicas o muestran publicidad sin que el usuario la haya solicitado.
Hay quienes optan por revisar manualmente los procesos abiertos o explorar las carpetas del sistema, aunque esa vía resulta lenta, incierta y arriesgada. El verdadero reto está en localizar archivos maliciosos que se ocultan como aplicaciones legítimas o se instalan silenciosamente a través de perfiles de configuración.
En estos casos, lo verdaderamente funcional será contar con una herramienta especializada, tanto por su capacidad de escaneo profundo, como por ofrecer una forma segura y sencilla de limpiar el sistema sin comprometer su estabilidad.
Cómo proteger un Mac a largo plazo
Eliminar un virus es una solución puntual, en ningún caso, definitiva. Lo más importante es prevenir nuevas infecciones, lo que va a requerir una combinación de criterio, buenos hábitos y decisiones técnicas acertadas.
Para empezar, conviene evitar la instalación de programas de origen dudoso. Aunque Apple permite ejecutar apps descargadas desde fuera de la App Store, hacerlo sin verificar su procedencia sigue siendo una de las causas más comunes de infección. También es recomendable mantener siempre actualizado el sistema operativo y las apps que usamos a diario, ya que muchas actualizaciones corrigen brechas de seguridad.
Otro aspecto que suele pasarse por alto es la revisión periódica de las extensiones instaladas en Safari o Chrome. Algunas, aunque parezcan útiles, pueden estar recolectando datos o alterando el comportamiento del navegador. Conviene dedicar unos minutos cada mes a revisarlas.
Por último, hay que señalar a los perfiles de configuración, un detalle que los usuarios de Mac suelen olvidar fácilmente. Si en algún momento descargaste uno para acceder a contenido restringido o para modificar funciones internas del sistema, es mejor comprobar que no esté interfiriendo con la seguridad del dispositivo.