Con el objetivo de fomentar las vocaciones STEM entre las jóvenes estudiantes, la IV edición de Ciencia y Tecnología en Femenino se desarrolla estos días en los parques científicos de APTE. Uno de los enclaves donde están teniendo lugar distintas iniciativas es el Parque Científico de la Universidad Carlos III de Madrid. Además de una exposición que recoge y visibiliza el trabajo de referentes femeninos presentes y futuros, la institución celebró ayer una mesa redonda en la que participó Carmen Granados, gerente comercial de Bidafarma en Madrid y Guadalajara.
Granados recordaba la mayor presencia femenina en el ámbito de la salud tiene una razón histórica en la que conviene detenerse. “El rol de cuidadoras permitió a las mujeres un acceso anticipado a las carreras sanitarias. No ocurrió lo mismo con otras áreas, donde el acceso se ha demorado mucho más. Sin embargo, pese a haber realizado una labor imprescindible para el sistema sanitario, son pocas las mujeres que aparecen en los libros de Historia”.
“Las empresas tenemos mucho que aportar predicando con el ejemplo"
Esa invisibilidad no ha impedido, según la gerente de Bidafarma, que aquella labor pionera abriera el camino a otras muchas mujeres en España. “El debate dentro del sistema sanitario no recae en una cuestión de género, sino en la excelencia del personal que conforma el sector, que sí depende de la capacidad del sistema para afrontar determinadas cuestiones”. Granados se refería a igualar las bajas de maternidad y paternidad o a que las mujeres no malogren su carrera profesional para hacer frente a cuestiones familiares.
Según datos del CIS, en 2020 solo habíamos logrado la igualdad de género real en el acceso a la educación. Todo lo demás sigue atascado. Para Carmen Granados hay que intervenir en estos problemas con una perspectiva trasversal. “Las empresas tenemos mucho que aportar predicando con el ejemplo. En el fomento de vocaciones, sin embargo, es el profesorado el que juega un papel mucho más relevante. Dentro de las compañías hemos de fomentar espacios de trabajo igualitarios. Sobre el papel, la igualdad está conseguida, pero en realidad es una asignatura pendiente para la mayoría de las empresas. Los procesos de selección y promoción de personas deben ser imparciales. No podemos dejarnos arrastrar por desequilibrios históricos”.