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Carmen de Andrés, la primera ingeniera de Caminos

“María del Carmen de Andrés Conde es una joven de veintiún años, más bien tímida, que no da importancia alguna a todo lo que ha conseguido y que oculta su indudable tesón, fortaleza de espíritu y talento bajo unas apariencias de gran sencillez. Nadie podría sospechar que con su aspecto de niña tímida es capaz de proyectar puentes, calcular estructuras y trazar autopistas”. Así describía Mario González Molina en ABC, el 27 de diciembre de 1973, a la primera ingeniera de caminos española. “Tiene 21 años y ha terminado la carrera con la calificación de sobresaliente”. Todo un acontecimiento entonces.

El periodista quería saber por qué Carmen había elegido “una carrera tan difícil y tan técnica”. Y la respuesta no deja de ser curiosa: “Cuando terminé el Bachillerato tenía muchas dudas sobre la elección de carrera. Para buscar una orientación acudí al Instituto de Psicotecnia y allí, después de muchas pruebas, me aconsejaron que estudiara Caminos o Navales”.

Unos años antes, la Psicología Experimental estaba en auge por sus aplicaciones en la orientación profesional y los estudios de selección. De ahí surge el Instituto Nacional de Psicotecnia, que se creó por decreto en 1927. Cuando Carmen de Andrés acaba Bachillerato, ya había evolucionado y sufrido modificaciones en su nombre.

Pasó a llamarse Instituto Nacional de Psicología Aplicada y Psicotecnia (INPAP), y posteriormente Instituto de Psicología Aplicada y Orientación Profesional (INPAOP). Desempeñó un papel destacado en el desarrollo y consolidación de la orientación psicopedagógica en España durante el periodo de implantación de la reforma educativa propiciada por la Ley General de Educación (1970-1978), como contaba en la Revista Española de Orientación y Psicopedagogía, José Antonio Benavent Oltra, de la universidad de Valencia y experto en la materia.

Y así fue como este Instituto, situado en la Ciudad Universitaria de Madrid, tuvo cierto protagonismo, al orientar a la joven estudiante Carmen de Andrés hacia una carrera técnica en la que entonces no se había adentrado ninguna mujer. Siguiendo los dictados de la psicología en su rama de orientación profesional, Carmen se matriculó en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid en el curso 1968/69.

Ese año la Escuela de Caminos estrenaba sede en la Ciudad Universitaria. Hasta entonces había estado en El Retiro, en concreto en El Cerro de San Blas, junto al Observatorio. Pero estaba en pleno auge y sus instalaciones se quedaron pequeñas para un alumnado que crecía de año en año.

Sede nueva y tendencias nuevas, con la incorporación de las mujeres. Porque Carmen no era la única mujer de la promoción del 68. No sabemos si también por influjo del citado Instituto había más, pero ella, cuatro años después, se convirtió en la primera ingeniera de Caminos, Canales y Puertos. Fue la número 15 de su promoción.

Enseguida empezó a trabajar en la Dirección General de Carreteras. Todo un hito, en una época en la que las mujeres estaban buscando nuevos sitios. De ahí la última pregunta de su entrevista en ABC: “Para terminar, preguntamos a nuestra interlocutora su opinión sobre la liberación de la mujer a la vista de todas esas campañas que se promueven en el extranjero. Su respuesta es clara”, advertía Mario González. “Yo opino que la mujer que no está liberada es porque no tiene un interés real en hacerlo. A su alcance tiene medios suficientes para conseguirlo. No necesita más que poner empeño y voluntad”, respondía la nueva Ingeniera.

Se especializó en innovación, calidad y medio ambiente, en concreto en el ciclo integral del agua, pasando a convertirse en consultora en esta especialidad.

Entre 1991 y 1994 fue directora general de Política Tecnológica y desde este cargo participó en la elaboración de la Ley de la Industria de 1992 y la Ley de Residuos Tóxicos y Peligrosos. También participó en la elaboración del Real Decreto legislativo sobre Evaluación del Impacto Ambiental de 1986.

En 2009 el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos la distinguió otorgándole la Medalla de Honor.

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