Con más de 180 años de historia, Brighton College ha sido reconocido como uno de los principales colegios independientes para niñas y niños de 3 a 18 años en el Reino Unido, y el mejor del país en resultados A-Levels. En septiembre de 2027, Brighton College abrirá sus puertas en Madrid. El centro, puesto en marcha junto a Intellego Education, estará situado en la zona de Moncloa-Aravaca y contará también con un internado.
Después de ganar presencia en Asia y Oriente Medio, la institución educativa británica llega a la capital como primer paso dentro de su expansión europea, que completará inicialmente con aperturas en Roma y Lisboa. A la “excelencia académica”, el colegio suma un modelo a la medida de cada alumno basado en la “curiosidad, la confianza y la amabilidad”.
Hablamos con Richard Cairns, Principal de Brighton College, quien acumula 20 años a sus espaldas dentro del proyecto. Como responsable global de la institución –mediante su gestión ha llevado al Top mundial educativo a Brighton College-, Cairns supervisa el crecimiento de la red de colegios Brighton en el Reino Unido y en el extranjero.
Madrid gana peso
¿Por qué Madrid? “Es una ciudad definida por su energía, vitalidad y ambición. Son cualidades que se alinean estrechamente con los rasgos de Brighton College”, explica. Entre otras razones que les han llevado a dar este paso, Richard Cairns detalla que han observado una creciente demanda de familias internacionales y españolas instaladas en Madrid por una escuela que refleje estas características. “Buscan un tipo de educación innovadora y con perspectiva global por la que el Reino Unido es reconocido”.
Añade que distintas familias españolas que anteriormente habían elegido escuelas británicas en el Reino Unido, les han trasladado que su mayor arrepentimiento al regresar a casa era dejar atrás el sistema educativo de Reino Unido. “Respondemos directamente a esa necesidad”.
En un mundo que cambia a una velocidad sin precedentes, Cairns asume que el reto es preparar a los jóvenes para la constante incertidumbre y la necesidad de adaptación. “Muchas carreras profesionales que serán importantes aún no existen. Las escuelas debemos ir más allá de la enseñanza tradicional y apostar por la adaptabilidad, la creatividad y la resiliencia”.
Nuevas habilidades en un mundo nuevo
Brighton College integra varios elementos que miran hacia el futuro del alumno más allá de lo tradicional. “Por ejemplo, cada alumno estudia emprendimiento como curso obligatorio. No solo aprenden la teoría, sino aplicaciones prácticas que fomentan la innovación y el liderazgo. Muchos de nuestros exalumnos han creado negocios exitosos propios”.
El colegio otorga una notable relevancia a hablar en público, al trabajo en equipo o a presentar ideas con confianza. “El alumnado recibe así una ventaja útil en todas las facetas de la vida”. Por otro lado, dentro del objetivo de formar ciudadanos globales, Brighton tiene en el centro de su enseñanza los tres idiomas más hablados del mundo: inglés, español y mandarín. “Fuimos la primera escuela de UK en establecer el mandarín como idioma obligatorio para los alumnos desde los cuatro años”.
El experto recuerda que los alumnos de Brighton College acceden a las 30 mejores universidades del mundo. Respaldados por una red global de antiguos alumnos, Brighton College Connect les ofrece “apoyo, orientación y oportunidades” mucho después de su graduación.
Desafíos made in Spain
España comparte muchos de los desafíos educativos globales, pero Richard Cairns se detiene en algunos factores específicos que hacen de Madrid un enclave especialmente receptivo a su modelo. “Los niveles de inglés son aún los más bajos de Europa. Los padres buscan cada vez más una educación en inglés que ofrezca fluidez y oportunidades globales”.
La apertura de Brighton College coincide con el nuevo rol de Madrid, que ha tomado posiciones como centro de referencia para familias expatriadas que esperan acceso “a una educación de alta calidad y reconocida a nivel internacional”. Cairns apunta también que esta mayor demanda se refleja en el crecimiento constante de las inscripciones en escuelas internacionales, sobre todo en los últimos tres años. “Las familias españolas valoran cada vez más una educación que amplíe horizontes y prepare a los niños para carreras globales”.
Ante una oferta que no cesa de incrementarse, ¿por qué elegir Brighton College? Richard Cairns insiste en los tres pilares que sustentan su modelo educativo: curiosidad, confianza y amabilidad. “Creemos que cada niño debe ser alentado a ser la mejor versión de sí mismo, no una versión de segunda categoría de otra persona”.
Único director en haber sido nombrado dos veces Tatler Head of the Year, Cairns no solo ensalza que los alumnos de Brighton sobresalgan en lo académico. “Lo más importante es que nos dejan tras convertirse en individuos completos y compasivos, listos para contribuir de forma positiva a la sociedad. Los padres nos eligen no solo porque quieren que sus hijos tengan éxito en la universidad o en sus carreras; buscan que también prosperen como seres humanos reflexivos, resilientes y amables”.
Equilibrio humanismo – tecnología
La institución equilibra la importancia de la tecnología con la protección de aquello que nos hace humanos. “Nos proponemos formar jóvenes que se sientan tan cómodos en su interacción con la IA como con la compasión humana. Personas resilientes, curiosas y listas para dar forma al futuro”.
De este modo, revisten los fundamentos de la codificación, la robótica, la IA o la alfabetización digital con elementos éticos que aseguren un uso responsable de la tecnología. “Igualmente, cultivamos la empatía, la creatividad y el pensamiento crítico”, asegura Cairns. Todos los alumnos menores de 16 años entregan sus teléfonos al inicio de la jornada. “Esto ha transformado el ambiente de las escuelas. Han nacido amistades más profundas, la concentración es mayor e incluso creo que la comunidad es más feliz”.
El Principal de Brighton College concluye afirmando que, junto a cursos de vanguardia, los alumnos estudian asignaturas como Historia Natural, diseñada internamente para conectarlos con el medio ambiente y con el patrimonio compartido de la humanidad. “Esta integración de lo antiguo y lo nuevo fomenta la curiosidad intelectual y la inteligencia emocional al mismo tiempo”.