El cambio climático es una realidad que pocos cuestionan. Y esta realidad hace que sectores como el agrícola, concretamente, el vitivinícola, tengan que encontrar respuestas a preguntas como: ¿tienen futuro los viñedos en nuestro país? Y es que otra certeza, es que la acidez natural de los vinos se está perdiendo en nuestro país. De ahí que varias empresas españolas colaboren en LowpHWine, un proyecto de I+D que pretende mejorar la estabilidad de los vinos en el tiempo.
Catina Aveledo, directora de Viñedos de Barbadillo, explica que este proyecto tiene especial relevancia en nuestro país, sobre todo para los viñedos de secano en un clima cálido, donde la variedad autóctona, el palomino fino, tiene poca acidez natural y, además, esta se pierde por las altas temperaturas.
“A nosotros nos queda un mes para la vendimia. Trabajamos tanto en palomino fino, como en variedades tintas naturales, así como vamos innovando para manejar nuestros viñedos”, explica. En Barbadillo –cabe recordar, que este proyecto, liderado por Pago de Carraovejas, también participan Vitis Navarra, Fertinagro Biotech, Atens y Productos Agrovin y bodegas como Roda y Hoyada de los Lobos– existen varias líneas de investigación.
“Por un lado, el estudio del suelo, que es fundamental, donde nace todo. Los suelos hay que ir regenerándolos, conocer sus microbiomas, los abonos, el manejo con cubiertas vegetales y las variedades de portainjertos que son los tradicionales y comúnmente hechos en España. También se trabaja con variedades de portainjertos de Navarra que no son tradiciones, aunque sean españoles, y no están comercializados, para ver si junto con nuestro palomino fino se mantiene esa acidez natural de la uva”.
De dónde nace el proyecto
Mantener una acidez natural en los vinos es fundamental. "El bueno vino se hace en la viña con una buena uva", afirma. Si está equilibrada con esa acidez natural, y con el azúcar que se transforma en alcohol ya es un buen vino. Aveledo, a su vez, indica que la acidez se trae del campo y si se pierde hay que corregirlo en bodega. Pero, de este modo, ya estaría “maquillado”, no sería tan perfecto.
Por eso de vital importancia que no se pierda. Aveledo matiza: “Yo hablo de la zona sur, pero el año pasado, por ejemplo, la sequía y las altas temperaturas fueron generalizadas. Hubo cuatro olas de calor, lo que hizo que la planta se bloqueara. ¿Y qué pasa cuándo se bloquea? Que no se sintetizan esos azúcares naturales”.
Las precipitaciones, además, se concentran cada vez más en el tiempo. Han caído 570 litros de agua antes de la vendimia, eso sí, en solo 39 días. “Misma pluviometría que el año pasado, sí, pero con menos días. A las plantas les falta agua. Por eso es vital contar con proyectos que nos ayuden a mejorar nuestros viñedos”.
LowpHWine y la innovación en Barbadillo
LowpHWine, indican desde la misma Barbadillo, arrancaba con el fin de hacer frente a las condiciones impuestas por el cambio climático sobre los viñedos, ya que se tratan de uno de los cultivos más vulnerables ante esta realidad. Como consecuencia, en términos generales, vendimia tras vendimia se viene constatando una menor acidez y un pH más elevado en la uva, efectos que terminan trasladándose al vino y, por tanto, empeorando su calidad final.
“Los logros hasta ahora obtenidos están permitiendo observar y validar posibles soluciones científico-tecnológicas para regular y controlar el aumento del pH de los vinos españoles en las condiciones actuales de cambio climático, actuando sobre el trinomio suelo-planta-vino".
Aveledo recuerda que estudian el comportamiento de la planta, los controles agronómicos y comprueban verdaderamente si los portainjertos, donde se desarrolla todo el sistema radicular, enriquece la uva. “Nosotros tenemos mucho palomino fino en Jerez, y ya hemos hecho selecciones de levaduras y diferentes viñedos con otras levaduras autóctonas”, destaca.
Pero en Barbadillo no solo trabajan en este proyecto. De hecho, se encuentran continuamente innovando. “El cambio climático ha venido para quedarse. Tendremos años buenos, otros malos, contra eso no podemos trabajar. Sin embargo, sí podemos trabajar en hacer cambios ante este escenario”.
Así, en sus plantaciones nuevas aconsejan que los viñedos estén en las zonas más septentrionales, por la diferencia de temperaturas.
“Solo hablo de nuestro caso. Tenemos viñedos en interior, cercanos a la sierra, con Denominación de Origen de Jerez. Y otros con el mar solo a 20 kilómetros. Podemos afirmar, que el comportamiento de una planta y otra es completamente diferente. Esto en secano, otra cosa sería si hubiera riegos y demás… Nuestro objetivo es hacer los mejores vinos en secano con un clima cálido. Y lo estamos consiguiendo”, asegura.