La Universidad de Salamanca (USAL) será el único socio universitario español participante en el proyecto HeritageCARE, que tiene como objetivo desarrollar un sistema conjunto para la conservación del patrimonio arquitectónico del sur de Europa. Se trata de la primera estrategia conjunta de conservación preventiva, que se prolongará hasta 2019 y prevé crear una entidad sin ánimo de lucro que asuma la gestión de los edificios históricos del Sur de Francia, España y Portugal.
Actualmente, las acciones relacionadas con la conservación de edificios históricos suelen desarrollarse cuando ya se han evidenciado “graves problemas en los inmuebles que requieren de acciones inmediatas”, ha explicado Diego González Aguilera, quien dirigirá el equipo de la USAL involucrado en este proyecto. Por ello ha resaltado la importancia de que HeritageCARE sea un “sistema preventivo, con bajo coste, que les permitirá prevenir y anticiparse en las labores de mantenimiento de las construcciones” a las administraciones y propietarios de edificios declarados bien de interés cultural.
Sistemas láser escáner, gaming sensor o drones son algunas de las herramientas con las que trabajarán las entidades involucradas en este proyecto. Todo, con la idea de realizar una digitalización 3D precisa de estos edificios, en un proceso de tres fases para validar las metodologías de análisis desarrolladas. Así, en un primer momento se realizará una inspección técnica de los edificios a través de formularios digitalizados en tablets. En una segunda fase se integrarán tecnologías más complejas y sistemas especializados y, en un último nivel, se desarrollará en un único caso de estudio por cada país que, en el caso español, se prevé sea ejecutado en un escenario de la Universidad de Salamanca. Finalmente, también se definirán guías de buenas prácticas enfocadas a la diagnosis, conservación y mantenimiento preventivo de bienes culturales.
Back-pack mapping
La digitalización 3D es la herramienta clave para este proyecto, pero a veces llevarlo a cabo por métodos convencionales como el sistema láser escáner terrestre o la fotogrametría conlleva dificultades. En este sentido, González Aguilera ha puesto en valor la tecnología del back-pack mapping ya que permite la “rápida adquisición de datos con rendimientos muy superiores al resto de tecnologías, la posibilidad de digitalizar entornos cerrados y sin luz -como cuevas o túneles- y el bajo tiempo de post-procesado que hace posible disponer de una forma automática de una digitalización 3D del patrimonio”.