"Es un nombre muy divertido e innovador", dice Antonio Bazán respecto al nuevo programa Granja de Gansos, que apoya propuestas sostenibles, innovadoras y responsables dentro del mundo del retail. En esta primera edición se incubarán diez proyectos que recibirán apoyo en formación, difusión y asesoramiento personalizado, algo que para el director técnico de Factoría Cultural (y uno de los impulsores de la iniciativa) "marcará el inicio de un cambio de mentalidad en el sector textil". La iniciativa, lanzada junto a la firma de moda El Ganso, mantendrá su plazo de inscripción abierto hasta el próximo 4 de febrero.
El enfoque de los proyectos deberán girar en torno a la reutilización de materiales, reducción del impacto medioambiental en el proceso de producción textil, la integración de personas en riesgo de exclusión social y el fortalecimiento del tejido industrial local y la innovación, tanto en procesos como en contenidos y distribución. "Si algo hemos conseguido con este programa es aunar los valores de El Ganso con los nuestros [los de Factoría Cultural]: sostenibilidad, emprendimiento, el buen hacer y la creatividad", asegura Bazán.
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Durante 6 meses los candidatos seleccionados se beneficiarán de recursos como formación presencial en oferta, mercado, branding, financiación y comunicación estratégica, espacio de trabajo en Matadero Madrid, apoyo para la difusión del proyecto, asesoramiento personalizado por parte de El Ganso, asesoramiento jurídico, comercial y financiero y presentación de los proyectos en una jornada profesional.
Proyectos con valores
"Cómo produzco y cómo distribuyo son las dos grandes cuestiones a las que se enfrenta el sector, cada vez con mayor competencia. De ahí la importancia de aportar proyectos con valores, que sean diferentes", apunta Bazán. En este sentido, El Ganso no es solo una marca que trata de mejorar la moda, sino también el mundo, como la propia firma cita en su carta de presentación. Ejemplos de ello son la reforestación de árboles en Galicia, dotar de agua potable a personas sin recursos en Uganda o acciones para la recogida de plástico o la reutilización de ropa. "Lo más importante es ayudar a la gente y para eso hay que invertir en personas que innoven y cambien el mundo. Esta es la esencia de este programa que acaba de nacer", señala Bazán.