Para el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, Galo Gutiérrez es “uno de los nuestros”, ya que pertenece a este colectivo desde que acabó la carrera y hace casi una década que, además, ha venido ocupando puestos en la directiva. También es “uno de los nuestros” para la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la UPM, centro en el que estudió durante siete años. Por eso el actual director general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo se sentía como en casa en la pasada edición del Cibitec, el congreso sobre digitalización e industria que han organizado los primeros –junto con la Asociación Ingenieros Industriales de Madrid– en la sede de los segundos.
También lleva mucho tiempo formando parte del PSOE, en concreto, desde el año 1976. “Era todavía ilegal”, recuerda, e incluso rememora la vez que trajeron a Alfonso Guerra precisamente al salón de actos de la ETSII de la UPM para que explicara los Pactos de la Moncloa. Su carrera profesional como funcionario del citado Ministerio arrancó en 2002, una trayectoria que adquiere una responsabilidad política cuando Pedro Sánchez llega a la presidencia del Gobierno tras la moción de censura.
Su perfil técnico le permite asumir esta responsabilidad política conociendo muy bien el terreno que pisa. Asegura que su premisa en estos diez meses siempre ha sido aplicar el sentido común. “Tratamos de resolver los problemas y, en la medida de lo posible, hacerlo lo más rápido que se pueda”. Parece algo demasiado elemental, pero desde luego no es una tarea fácil.
Ya que “muchas competencias corresponden a otros ministerios o incluso a otras administraciones”, Gutiérrez considera que el papel de la cartera de Industria debe centrarse en “intentar liderar y aunar esfuerzos y voluntades a la hora de encontrar soluciones”. “Parte de nuestro trabajo, y creo que esto en el poco tiempo en el que hemos estado sí se ha apreciado, es la voluntad de trabajar y no escurrir el bulto ante los problemas”, añade.
Hoja de ruta sector a sector
“En política industrial casi nunca partes de cero –apunta el director general del Ministerio–. Siempre construyes sobre lo que hicieron los anteriores, y los siguientes lo harán sobre lo que hagamos nosotros”. Tras la aprobación, por parte del Consejo de Ministros, de las líneas directrices de política industrial, el siguiente paso ha sido desarrollar las agendas sectoriales.
Para ello, el Ministerio y las organizaciones empresariales de los distintos sectores se reúnen con el fin de definir los elementos de actuación necesarios para mejorar la competitividad. Se analizan problemas diferentes en cada mesa, aunque hay temas comunes a toda la actividad industrial, como la digitalización, la innovación, los costes energéticos, la logística, la financiación, la regulación, la apertura al exterior, etc.
“Una vez hecho el diagnóstico, es importante para nosotros poder hacer una mesa de impulso y de seguimiento para que las medidas que se acuerden se lleven a la práctica”, afirma para detallar que ya se han publicado las agendas de los sectores del sector del papel, cemento, industria naval, aeronáutico, químico, plástico, y bienes de equipo, entre otros.
Tejido empresarial atomizado
En todos los sectores el tamaño de las empresas supone un problema. “Son muy pequeñas y está comprobado que a medida que aumenta el tamaño de las compañías, estas van ganando en competitividad”, lamenta el director general de Industria y Pyme. Sobre todo porque las grandes firmas “pelean perfectamente en el exterior”; no así las de dimensiones más reducidas.
En este sentido, Galo Gutiérrez recuerda que una de las últimas medida que aprobó el Consejo de Ministros antes de entrar en funciones fue dar luz verde al Marco Estratégico de la Pequeña y Mediana Empresa. En dicho documento ya se advierte de que España presenta un tejido empresarial muy atomizado, puesto que el 99,84 % son pymes.
A través de ese plan, el Ministerio ha querido definir la estrategia a seguir por comunidades autónomas y ayuntamientos, que son los que tienen competencia en este campo. “Tenemos que ir introduciendo estas medidas, que en muchos casos son culturales, para ir cambiando el enfoque de las propias empresas”, afirma en declaraciones a Innovaspain.
Es un camino que deben recorrer de la mano distintas administraciones y también de diferentes áreas, por ejemplo, la educativa. Gutiérrez asegura que muchos empresarios se quejan de que no encuentran empleados con la formación y preparación que necesitan. “Muchos me dicen que podrían tener más gente trabajando, pero que no encuentran el perfil que necesitan”.