Aragón ha sido la región escogida por Endesa, a través de la filial Enel Green Power España (EGPE), para la instalación de los cuatro parques eólicos –con una capacidad total de unos 110 megavatios– que se desarrollarán en las localidades zaragozanas de Villamayor de Gállego, Mallén, Fréscano, Luna, Las Pedrosas y Fuendetodos. Para ello, el EGPE utilizará nuevas e innovadoras técnicas de construcción.
Drones para el levantamiento topográfico, rastreo inteligente de los componentes de la turbina, plataformas digitales avanzadas, soluciones de software para monitorizar y apoyar de manera remota las actividades y la puesta en marcha de la planta... Estas (y más) herramientas permitirán que las infraestructuras tengan una mayor calidad, aunque se construyan con métodos nuevos, así como una mayor conectividad que hará que la comunicación entre equipos sea óptima. De hecho, el propio José Bogas, consejero delegado de Endesa, admite que, al tiempo que aprovechan la riqueza de las fuentes renovables de España también promueven “activamente la innovación y la sostenibilidad a través de la adopción de las mejores prácticas internacionales durante la fase de construcción".
Esta nueva manera de construir parques eólicos se encuadra dentro del modelo de ‘Sitio de Construcción Sostenible’, de EGPE. Esto es, que no solo se construye, sino que cada instalación cubre su parte de eficiencia energética instalando, por ejemplo, placas fotovoltaicas. “Además –explican–, las medidas de ahorro de agua se llevarán a cabo mediante la instalación de depósitos de agua y sistemas de recogida de agua de lluvia; una vez finalizadas las obras de construcción, tanto los paneles fotovoltaicos como los equipos de ahorro de agua se donarán a los municipios donde se ubican los proyectos para su uso público”.
En total, estos cuatro parques entrarán en funcionamiento a finales de 2019, y, cuando estén operativos, tendrán la capacidad de generar unos 375 GWh al año, que evitarán la emisión anual de 247.894 toneladas de CO2 a la atmósfera.