Fundación La Caixa ha celebrado una nueva edición de su ciclo ‘Debates de Vanguardia’. Bajo el título ‘Vacunas, la gran respuesta contra la COVID-19’, el virólogo del CNB-CSIC, Mariano Esteban (ver crónica de su intervención), y Denise Naniche, directora científica del Instituto de Salud Global de Barcelona, han repasado la actualidad de las vacunas del COVID-19.
Para Naniche, las vacunas son el único camino para volver a la vida normal. “Entiendo ciertas reticencias entre las personas sanas. Si tienen dudas, lo recomendable es consultar siempre al personal sanitario”, apuntaba. Respecto al arranque de la campaña de vacunación en España, la experta cree que, al igual que otros países de nuestro entorno, estamos sufriendo “los problemas típicos”, algo “lógico” en una campaña tan masiva. “Pese a la incertidumbre actual, cada vez se hará mejor”.
Vacunas seguras (también en China y Rusia) y el camino hacia la etapa pospandémica
La doctora ha insistido en la seguridad de las vacunas. “En general, antes de ser aprobada, una vacuna es testada en un número que oscila entre las 3.000 y las 10.000 personas. Con las del COVID-19, ese rango se ha ampliado a 25.000-40.000 humanos. Es mucho más de lo habitual, y ha sido posible gracias a la suma de esfuerzos que ha permitido hacerlo todo en tiempo record. La seguridad es impecable”. Naniche disipaba dudas también sobre las vacunas que circulan en Rusia y China. “Han demostrado seguridad, ahora esperamos que publique resultados de eficacia”, añadía.
En el camino por recorrer a partir de ahora, Denise Naniche recuerda lo mucho que tenemos que aprender de otras enfermedades combatidas con éxito como la polio, la mielitis, el sarampión o la viruela. “Ahora estamos en plena fase pandémica, con una incidencia altísima y mucha transmisión”. Un punto en el que es fundamental que la vacunación esté acompañada de la vigilancia epidemiológica. “Cuando entremos en el periodo pospandémico, nos toparemos con brotes aislados, nuevas campañas de vacunación, mejores vacunas, protección más larga, logística más sencilla… Poco a poco, el COVID-19 se convertirá en una enfermedad leve”.
Aprovechar la experiencia
Pero llegar airosos a la ansiada inmunidad de rebaño dependerá de varios factores, no siempre fácilmente controlables. “Nos queda saber cuánto dura la inmunidad, cómo evolucionarán el virus y sus variantes… Para que los brotes sean aislados y acabar con la transmisión generalizada, las campañas de vacunación necesitan un enfoque global y llegar al máximo de personas”.
Denise Naniche aludía al conocimiento acumulado en los años previos a la pandemia como una valiosa herramienta. “Tenemos experiencia en luchar contra otros coronavirus y avances tecnológicos. No partimos de cero. Por otro lado, se ha producido una movilización de recursos sin precedentes destinados a la investigación acompañada de una eclosión de la cultura open science, con la publicación de resultados que rápidamente eran compartidos por toda la comunidad científica. Además, contamos con redes de vigilancia de alto nivel interconectadas que han funcionado en la eliminación de la polio. Con todas estas herramientas podemos llegar a contener eventualidades y comunicarlas con velocidad. Ya se está haciendo”.
Nacionalismo vacunal
Denise Naniche se ha referido además al desequilibrio en el acceso a la vacuna entre los países desarrollados y aquellos de renta más baja. “No queremos que estas poblaciones tengan vacunaciones de peor calidad”. Para evitar que la brecha se agrande, la experta mencionaba la iniciativa COVAX, que promueve un pacto global para que la vacunación sea equitativa o la alianza Gavi, con dos décadas de trabajo a sus espaldas, que prevé adquirir vacunas cuyo destino serán los países más pobres. “Necesitamos una logística más sencilla, de fácil distribución y precios asequibles. Así es como hemos erradicado la viruela. Sin embargo, países de África y Asia irán con un año o dos de retraso en la vacunación del COVID-19”.
En este sentido, la doctora advertía de los peligros que implica el surgimiento del nacionalismo vacunal. “Hay países que ya han reservado millones de dosis y deberíamos impedir estas prácticas. No es solo un problema de logística o de capacidad para comprarlas. Somos un mundo interconectado. Si no nos vacunamos todos, continuarán los brotes y, al pasar más tiempo entre nosotros, aumentarán las probabilidades de que el virus mute”, concluía Denise Naniche.