En diez años cambiarán las relaciones laborales y el modo de desarrollar el trabajo. Esta es la visión de Cibercotizante, el Colectivo de Análisis sobre la Robotización y el Empleo. La razón de dicho cambio es la incorporación de nuevos procesos digitales que conllevarán un nuevo modelo donde personas, maquinas y algoritmos deberán aprender a convivir.
¿Ayudarán los robots a pagar las pensiones? ¿Cómo será el trabajo en la era digital? ¿Qué papel tendrá la formación? Estos interrogantes deberán resolverse en apenas diez años como alerta Cibercotizante. Su fundador, José Joaquín Flechoso, no esconde su preocupación sobre si España será capaz de adaptarse a una década marcada por los desafíos digitales y los nuevos empleos. "El 85% de las nuevas profesiones para 2030 aún no se han inventado. En Estados Unidos y en otros países de Europa ya se están preparando, pero en España estos trabajos aún son desconocidas".
Según Cibercotizante, las nuevas tecnologías van a reemplazar a una importante masa de trabajadores que verán cómo su empleo –o como lo define Flechoso, "su ocupación"–, pasará a ser gestionada con la ayuda de sistemas automatizados, cuando no, reemplazada totalmente. Esto conllevará una importante reducción de ingresos por cotización a la Seguridad Social, con el perjuicio que conlleva para la sostenibilidad del propio sistema.
Es aquí donde entra el concepto de 'inempleabilidad', que para Cibercotizante marcará el futuro de muchas personas en España. "Los 'inempleables son personas cuyo puesto de trabajo desaparece de forma definitiva. No es que pierda su empleo, sino que su ocupación queda desplazada y ya no hay vuelta atrás. Esto puede convertirse en un gran problema social. Por ello debemos adaptar a ciertos desempleados con la correspondiente formación para que encuentren ubicación", avisa Flechoso.
De la formación profesional a la formación tecnológica
La evolución entre la primera formación y la segunda no es debatible supone el primer paso para combatir el desempleo de aquí a 2030. Según las cifras manejadas por Cibercotizante, como mínimo el 54% de los trabajadores necesitarán una recapacitación. "Para que los trabajadores vuelvan a ser competitivos y atractivos para el mercado laboral tendrán que reinventarse. Esto no es obligación solo de ellos, sino también de las empresas. El acceso a la formación tecnológica debe ser de carácter universal".
En este sentido, el COVID-19 parece haber inducido de manera forzada a un cambio de paradigma. El ejemplo más evidente es el teletrabajo. Respecto a marzo del año pasado, la venta de portátiles se ha disparado hasta en un 60%. "Mucha gente se ha visto obligada a trabajar desde casa incluso sin ser nativos digitales. Es un buen paso", valora Flechoso.
Diez escenarios para contribuir al estado del bienestar, según Cibercotizante
1- Eliminar estímulos a la robotización.
2- Que el robot cotice por la misma cuantía que un trabajador
3- Impuesto sobre la extraproductividad.
4- Elevar el tipo nominal del impuesto de sociedades.
5- Tasa por la compra de robots
6- Bonus-malus. Reducir los impuestos o las cotizaciones sociales para empresas que originen nuevos puestos de trabajo.
7- Subir el IRPF a las rentas de capital.
8- Tasa GAFA. Las empresas convencionales pagan una tasa impositiva media del 23,2% mientras las tecnológicas solo el 9,5%.
9- Impuesto finalista.
10. Financiación de la formación.