MIÉRCOLES, 17 DE ABRIL DE 2024 | |
Iberdrola, Philips Ibérica, Fundación Acciona Microenergía, Cooperación Española (a través de la Agencia Española de Cooperación) y la Universidad Politécnica de Madrid han formado una alianza para encontrar soluciones sostenibles de acceso a energía a los más desfavorecidos. Dos compañías, una fundación empresarial, la Administración Pública y una universidad mejorarán las condiciones de vida de miles de desplazados.
El objetivo de la alianza es analizar y proponer soluciones energéticas, técnicas y organizativas en crisis humanitarias, en concreto en los campos de refugiados de Shire, en Etiopía, donde se alojan más de 110.000 personas y donde solo una parte de ellos está conectada a la red eléctrica. Aun así, los que están conectados no tienen cobertura total. La firma que estamparon la semana pasada en el convenio "sella el compromiso de las instituciones con el bienestar de las poblaciones más vulnerables". De hecho, ya están trabajando en la búsqueda de sistemas de generación y suministro energético que sean de fácil acceso, fiables, sostenibles y adaptados a las necesidades de las poblaciones refugiadas, desplazadas y en situación de extrema vulnerabilidad, a causa de crisis humanitarias. Cabe decir que es la primera colaboración pública-privada de estas características en España.
Esta alianza ya mandó un equipo técnico a Etiopía, donde todavía gestionan cuatro campos de refugiados. Se identificarán los retos que hayan en relación al acceso a la energía y así poder realizar análisis de factibilidad técnica, social y económica de diversas alternativas que puedan mejorar el suministro eléctrico, la generación de energía con fuentes locales y la iluminación. Además, se generará conocimiento útil a disposición de las oenegés para su adaptación a otros contextos de crisis humanitarias en cualquier parte del mundo. Todo relacionado con los métodos sostenibles de generación de energía y su distribución.
Según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), actualmente existen más de 60 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la guerra, la violencia, la persecución... 20 millones de éstos son refugiados, más de la mitad son niños y el 86% de ellos están acogidos en los lugares más pobres del planeta. Son los datos de desplazamiento forzoso más altos desde el infierno que supuso la II Guerra Mundial. El año pasado, cada día 45.000 personas se convirtieron en desplazados, una cifra cuatro veces mayor que hace un lustro. Por todas estas razones, y más, se han unido estas cinco entidades.